Lugares para que la ciudadanía participe
Las madres de familia, adultos mayores y niños, niñas y adolescentes que terminaban sus clases no tenían un lugar en donde aprender nuevas actividades y tenían que estar dentro de sus casas, pues los cursos particulares, ya sea de bailoterapia, tejido, tareas dirigidas y otros, tienen costos muy altos, por lo que se construyeron los Centros de Desarrollo Comunitario (CDC), lugares en donde pueden realizar, de manera gratuita, actividades creativas, deportivas o artísticas.
Allí, en los CDC, se trabajan cinco ejes: educación, cultura, microempresa, tecnología y deportes. Se brinda apoyo escolar desde las 14:00, con 30 minutos de actividades recreativas. Los niños se agrupan de acuerdo a la edad y una maestra les refuerza los conocimientos en matemáticas y lenguaje.
Entre todos los CDC que existen en el Distrito se realizan más de 250 talleres mensuales que abordan 53 tipos de actividades distintas, que van desde serigrafía, arte en reciclaje y plomería, pasando por materias curiosas como la lectura de planos, teatro clown y títeres de memoria histórica, hasta el impulso de la comunicación ciudadana en radio comunitaria y edición de videos.
Los centros de desarrollo comunitario emergen, entonces, como espacios públicos de encuentro y de ejercicio de derechos y libertades de los seres humanos, con el fin de potenciar sus capacidades, habilidades y destrezas, como un elemento que aporta al mejoramiento de las condiciones para el buen vivir.
Son espacios para todos y todas: para niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos, adultos mayores, hombres y mujeres que hacen el día a día de los barrios del Distrito Metropolitano de Quito.
Los CDC están repartidos en las 8 administraciones zonales y atienden a más de 36 mil habitantes. María Montenegro (76 años), moradora de El Panecillo, acude al CDC de San Diego para recibir el curso de tejido y bailoterapia. “Esta actividad me alegra porque tengo a dónde ir y amigas con quienes compartir”, comentó. (CR)