Las redes sociales se llenaron anteanoche de mensajes de enojo escritos por los habitantes de la capital. “Es impresionante, llevo una hora en taxi y aún no llego a mi destino”, se quejaba Valentina Henao en su cuenta de Facebook.

Mientras que Katherine Mosquera aseguraba en Twitter: “Quito es la única ciudad en la que en una hora, la ecovía avanza cinco paradas”. “Por favor, que alguien haga algo con el tráfico de Quito”, pedía Jefferson Ruiz”.

Las incesantes lluvias caídas la tarde del jueves ocasionaron embotellamientos y derrumbes en distintos puntos de la capital. Los problemas se extendieron hasta la mañana de ayer.

El tráfico en la av. Velasco Ibarra (centro-oriente de Quito) se vio afectado luego de que un deslizamiento de proporciones obstaculizara dos carriles de la vía en sentido norte-sur.

Por ello, la Secretaría de Seguridad del Municipio decidió restringir totalmente la circulación vehicular en esa dirección desde las 00:00 del viernes, entre la calle Queseras del Medio y el sector La Tola.

En  total, 180 agentes civiles colaboraron dirigiendo el tránsito en los desvíos realizados por el cierre. Pasadas las 12:00 del viernes, los autos circularon con normalidad.

El deslizamiento no causó afectaciones a personas, pero sí generó daños en el servicio de energía eléctrica del sector. “Tierra, ramas y piedras que cayeron sobre un poste causaron que se rompa en la base. Este poste tenía un transformador y varios cables de transmisión, por lo que al caerse se llevó a otro poste más”, explicó Fausto Cumbajín, jefe del grupo 7 de la Empresa Eléctrica Quito (EEQ).

Aseguró que los trabajos de reparación se iniciaron a la brevedad posible, por lo que pudieron restablecer el servicio a las 14:00 de ayer.

Mientras tanto, el redondel de la vía Intervalles y la Ruta Viva permanecieron cerradas por trabajos de limpieza hasta la tarde de ayer. El sector también presentó dos deslizamientos que lo bloquearon, por lo que se aplicó un desvío en el tramo Ruta Viva-Guangopolo.

Dos tramos, uno a dos kilómetros del peaje y otro en el sector Toglla, se cubrieron totalmente de lodo, piedras y ramas. Debido a la complicación en el tránsito vehicular, los usuarios del servicio de transporte público se bajaron de las unidades y continuaron el recorrido a pie.

Las restricciones generaron molestia en la ciudadanía, por lo que Fausto Miranda, director de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), pidió comprensión.

Christian Rivera, director del COE Metropolitano, no descartó que la vibración producida por el tránsito vehicular pueda generar nuevos derrumbes. Adicionalmente, 22 personas fueron desalojadas de cinco viviendas que resultaron afectadas por los deslizamientos en el sector.

La lluvia también produjo dos colapsos. El primero ocurrió en el barrio La Forestal, donde un muro se derrumbó provocando heridas menores a una persona.  

En tanto, la pared de una vivienda en la que funciona una tienda de abarrotes también se desplomó en la parroquia Amaguaña (suroriente de Quito). En este hecho no hubo desgracias personales. (I)