Ligas barriales se alejan de las bebidas alcohólicas
El Municipio de Quito y las ligas barriales coinciden en que el expendio de bebidas alcohólicas debe prohibirse en los escenarios deportivos y hoy firmarán un convenio para ratificarse.
El acuerdo pretende brindar seguridad a la ciudadanía porque después de un partido de fútbol era habitual que los jugadores beban licor para celebrar el triunfo y, una vez ebrios, era común que se susciten riñas y confrontaciones en las canchas deportivas, comentó el alcalde capitalino, Augusto Barrera.
Las ligas pioneras serán 50, de las 400 que hay en el Distrito Metropolitano. El programa “cero consumo de alcohol” pretende eliminar las ventas de bebidas alcohólicas en las canchas de fútbol, incluyendo las bebidas de moderación, es decir, la cerveza.
El presidente de la Liga Barrial Solanda, Fernando Murillo, asegura que él y sus compañeros ya se acogen a ordenanzas anteriores, por lo que no permite la venta de bebidas alcohólicas en el estadio, pero sí de moderación que se venden en jarras y vasos de plásticos.
Tampoco permite que las consuman hasta embriagarse para evitar riñas en las canchas o entre compañeros, así que puso un horario a los deportistas: de 10:00 a 16:00 no pueden beber. “Yo cumplo con la ley y evito que mis jugadores se emborrachen y causen daños. Todo radica en ser moderados”, expresa Murillo, quien precisa que tampoco permite que se consuman bebidas alcohólicas en los graderíos, así sean de moderación.
La Liga Barrial Solanda cuenta con 4 canchas, 2 bares y 70 equipos de fútbol. Añade que ellos no se suscribirán hoy al convenio porque no tienen una disposición desde la Federación de Ligas Barriales, pues el burgomaestre firmará el documento con los representantes de la Unión de Ligas Barriales y la asociación.
Sin embargo, no todos los deportistas están de acuerdo con la prohibición de consumir bebidas alcohólicas en las canchas. Luis Chaco, jugador de un equipo de fútbol de Bellavista de Calderón, cuenta que es verdad que las personas que toman alcohol se vuelven violentas y después de un partido comienzan peleas entre los propios compañeros. “La eliminación de cerveza sí es buena idea, pero dudo que todos cumplan”, expresa.
Por otra parte, Alberto, quien juega en La Magdalena, lleva a su familia a disfrutar de los partidos de fútbol. Dice que es un momento de esparcimiento con sus hijos y esposa, pero asegura que no ha presenciado problemas o riñas entre jugadores por estar ebrios, sino por ser “malos perdedores”. Y cree que suspender la venta de cerveza en los estadios no es la solución a la inseguridad: “siempre es bueno una cerveza para calmar la sed”.
Los que temen que se les impida vender bebidas alcohólicas, y sobre todo cerveza, son las personas que expenden el licor en los bares de los estadios y en los establecimientos de los alrededores de las canchas. Para Murillo, eso acabaría con la única forma de trabajo que conocen varias familias.
En febrero pasado el Ministerio de Deportes emitió el Reglamento de Ingreso, Comercialización y Consumo de Bebidas Moderadas, en el que se manifiesta que “está prohibido ingresar al escenario deportivo bebidas alcohólicas”.