Los comerciantes, ante los controles del cabildo, defienden su derecho a ganarse el pan
La venta de jugo de naranja se ha vuelto una alternativa de vida
La venta de jugos de naranja recién hechos se ha popularizado en los últimos meses en las calles de la capital de la República. Este tipo de negocio beneficia tanto al comerciante como al consumidor. Los primeros porque la venta les permite obtener dinero y salir adelante y los compradores complementan su dieta con una bebida rica en vitaminas y minerales.
La instalación de un puesto es sencilla porque este consta básicamente de una mesa, sobre la que se apoya el exprimidor, cuchillos y las naranjas que se utilizarán.
La labor de los vendedores empieza, generalmente, a las 05:00. A esa hora, Eduardo German, de 33 años, empieza a alistar sus implementos para instalar su puesto en la calle San Salvador.
Su negocio es relativamente nuevo, pues German lo instaló el 1 de marzo. A pesar del poco tiempo, asegura que ha ganado clientes, quienes aprecian que su producto es totalmente natural.
Junto a sus 2 hijos, se dedica a la venta entre las 06:00 y las 12:00. Afirma que entre las 08:00 y las 08:30 es el momento en el que más personas compran sus jugos. Dice que a pesar de no ser una vía muy concurrida, hay oficinas y empresas en la cercanía, lo que ha hecho que su negocio haya dado resultados.
El proceso de preparación empieza el día anterior con el lavado de las naranjas que compra en el mercado Mayorista. Una vez instalado el puesto, corta las naranjas y la exprime. Una vez que el zumo está listo, lo envasa en botellas de 500 mililitros, que son vendidas a $ 1,50.
Para Vicente Quintanilla, trabajador de la zona, consumir jugos naturales es una excelente alternativa pues brindan energía y aportan con nutrientes que ayudan a aguantar la jornada.
German contó que ya son 4 veces que la Policía Metropolitana intenta desalojarlo. No obstante, el emprendedor asegura que él se ampara en la Constitución, que garantiza el derecho al trabajo. (I)