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La alimentación del cauce con las aguas servidas de diversos barrios genera su crecida

Las obras municipales convirtieron en río a una quebrada seca en el sur de Quito

En este punto de la av. Beaterio se construirá un nuevo puente. El viernes pasado la crecida arrastró un taxi. Foto: Santiago Aguirre/ El Telégrafo
En este punto de la av. Beaterio se construirá un nuevo puente. El viernes pasado la crecida arrastró un taxi. Foto: Santiago Aguirre/ El Telégrafo
23 de abril de 2015 - 00:00 - Redacción Quito

Los integrantes de la Coordinadora de Barrios del Sur se reunieron a inicios del año pasado con el entonces candidato a la Alcaldía de Quito, Mauricio Rodas, y le entregaron un pliego de pedidos de obras.

Poco después de que Rodas asumiera la jefatura de la urbe, pidieron ser recibidos, sin que sean atendidos hasta el momento.

Entre las peticiones que recibió como aspirante estaba la intervención del puente sobre la av. Del Beaterio que conecta al barrio Nueva Loja con El Conde y Venceremos. Ayer, más de un año después del contacto inicial, la obra arrancó.

El viaducto, que se encuentra en pésimo estado, será reconstruido totalmente y, según el secretario metropolitano de Seguridad, Juan Zapata, “el trabajo estará concluido en 120 días (4 meses)”.

El funcionario lo anunció luego de que integrantes de la coordinadora realizaran este miércoles un plantón en reclamo por la demora y para exigir atención en ese y otros puntos del sur capitalino.

Marcelo García, integrante del organismo, señaló que incluso prevén realizar  “una marcha de protesta entre la Administración Zonal Quitumbe y la Tribuna del Sur el próximo 1 de mayo”.

Otro tema pendiente en la zona del Beaterio es el manejo del problema de las crecidas del denominado (por el gobierno local) río Congo y que afectan, sobre todo, al lugar en el que se construirá el nuevo paso vehicular.  
Allí, el viernes pasado, un taxi fue arrastrado por el agua con 4 personas a bordo; 3 de ellas fueron rescatadas por vecinos de la zona mientras que el conductor, Luis Balladares, continuaba desaparecido hasta ayer.  

Miguel Merino, dirigente del barrio Nueva Loja y quien ha vivido en la zona por 26 años, relató que el problema de las crecidas del cauce es nuevo, aunque su origen se remontaría 21 años atrás.

Los habitantes recuerdan que por aquella época cruzaban el afluente caminando sobre piedras, incluso en las épocas lluviosas. Así lo confirmó Magdalena Lara (36), quien ha vivido en la zona toda su vida.

De acuerdo con el directivo, todo habría empezado con las obras de encauzamiento de lo que “entonces se llamaba quebrada Machángara”.

En 1994, el Consejo Provincial de Pichincha encauzó la corriente justamente en el cruce entre Nueva Loja y los barrios vecinos El Conde y Venceremos.

Diez años más tarde, la entonces Fundación Vida para Quito (alcaldía de Paco Moncayo) construyó colectores, labor que incluyó el desvío del cauce natural de la ya entonces rebautizada quebrada El Conde.

Según Merino, esa obra tendría problemas de diseño porque aceleró la velocidad a la que transita el líquido por la zona y, a la vez, habría creado problemas al construir tuberías con curvas, lo que retendría el líquido dentro del túnel incrementando el caudal.

Aquello se habría agravado en los años posteriores cuando las obras de saneamiento emprendidas por las distintas administraciones hicieron que las aguas servidas de más barrios alimentaran el cauce.

Por ello, señaló el directivo, “el día del accidente del taxi ni siquiera llovía por aquí. El torrente de lluvia vino desde barrios más al sur”.

Este aumento del caudal ha hecho que el Cabildo reclasifique al cauce como río, lo que, a su vez, ha generado otros problemas.

Uno es la necesidad de reubicar  las viviendas construidas a orillas de la entonces quebrada seca. Ello para adecuar las ciudadelas a la normativa que prohíbe construcciones cerca de cauces peligrosos.

Los involucrados dicen estar dispuestos a marcharse, pero a predios equivalentes y no a los planes de vivienda municipales, a los que consideran incómodos. (I)

Rodas evade las preguntas de EL TELÉGRAFO

El alcalde Mauricio Rodas destacó sus recientes viajes a Kenya e Italia durante su programa radiofónico semanal.

No obstante, durante los 30 minutos el burgomaestre no efectuó ningún comentario respecto a lo ocurrido el viernes de la semana pasada cuando la crecida de un cauce natural arrastró un taxi en el sector del Beaterio (al sur), causando la muerte de una persona.

Tampoco se refirió a la búsqueda de Patricio Balladares, el conductor del vehículo.

EL TELÉGRAFO intentó hablar ayer con el Alcalde sobre estos temas durante la presentación de la campaña ‘Volver a ver’, pero la autoridad evitó el diálogo asegurando que no tenía tiempo para atendernos en ese momento.     

Sobre su desplazamiento al país africano, Rodas dijo que tuvo un encuentro con representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y del foro Hábitat III, del cual Quito será sede en 2016.  

La autoridad comentó que en las reuniones se revisan detalles para la organización del evento.

Por otra parte, Rodas insistió en que tuvo un encuentro con el Papa Francisco en Roma un día antes de que El Vaticano confirmara la visita del Sumo Pontífice al país en julio.

Señaló, además, que durante su estancia en Italia conversó con técnicos que asesorarían a la ciudad en la conservación de patrimonio durante la construcción del Metro quiteño. De igual manera indicó que desde la primera semana de mayo empezará la construcción de las dos primeras líneas de teleféricos masivos: Pisulí-Roldós-La Ofelia y La Argelia-Mena 2-Mercado Mayorista. (I)

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