Anoche estaba previsto que la Alcaldía de Quito inaugurara la remodelación de la laguna del parque La Carolina (en el centro norte). Se trata del quinto elemento del parque cuya intervención el Cabildo concluye e inaugura desde abril del año pasado.

La inversión en la obra alcanzó  $ 1’906.000 y forma parte del proyecto que el gobierno local bautizó como Nueva Carolina, cuya tercera fase está en marcha.

La administración calcula que los trabajos en el espacio público quiteño costarán en total $ 4 millones. Deberían concluir en junio, según reza en las pancartas que informan sobre la adecuación de las canchas de fútbol y baloncesto, última parte del proyecto.

La previsión inicial era que la rehabilitación total del parque terminara el mes pasado, según anunció el alcalde Mauricio Rodas el 29 de abril de 2015 en su programa radial de los miércoles.

No obstante, la intervención ha tenido retrasos. Ello ocurrió, por ejemplo, con el contorno de la laguna. Su modernización tenía a diciembre como expectativa de finalización, según un cronograma publicado por la agencia de noticias de la Alcaldía el 10 de julio anterior.

No obstante, el 8 de diciembre el propio Cabildo anunció que el primer trimestre de este año era el nuevo plazo para la terminación de la primera fase de rehabilitación, incluidos los trabajos en los muelles del espacio acuático.

La adecuación de la pista atlética es otra obra que no concluyó en el tiempo previsto. En enero último, la Municipalidad atribuyó el retraso a “las lluvias presentadas en diciembre y enero, pues el trabajo de instalación de pavimento requiere que la superficie esté completamente seca para que la sustancia que se coloca pueda adherirse al piso de manera uniforme y correcta, garantizando su durabilidad y calidad”.

El trabajo también ha sufrido dificultades tras su inauguración el 5 de marzo pasado. A 3 días de aquello, circularon en redes sociales fotografías que mostraban daños en la capa acrílica con que se cubrió el anillo de entrenamiento.

La Alcaldía atribuyó los desperfectos al mal uso que habrían dado algunos usuarios del parque al circuito atlético. No obstante, los cibernautas hicieron circular imágenes en las que se veía motocicletas de miembros de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) y del Cuerpo de Bomberos de Quito (CBQ) dentro de la pista.

Tras los arreglos correspondientes, el gerente de la empresa de obras públicas municipal, Alejandro Larrea, afirmó que el gobierno local analizaba la colocación de un cerramiento alrededor del espacio.

La idea no fue puesta en práctica. Pero a inicios de abril el circuito sufrió nuevos daños, esta vez a causa de las intensas lluvias caídas en la ciudad en esos días.

El sistema de drenaje mostró no ser suficiente para evacuar la acumulación de líquido en el extremo suroriental de la pista, convirtiendo ese punto en una auténtica laguna durante varios días.

El Cabildo intervino, entonces, la caja de revisión de la zona proclive a inundarse e instaló una rejilla de alcantarillado en la parte posterior del bordillo de ese punto. A finales de marzo, EL TELÉGRAFO corrió una encuesta en línea a sus lectores sobre la pista. El 92,1% de los 1.115 participantes consideró que el trabajo municipal no fue prioritario.

Trabajos en el flamante bulevar Rumipamba

El sistema de drenaje de la pista atlética no es el único que ha tenido que ser mejorado en el parque La Carolina.

Esta semana, por ejemplo, trabajadores de la Municipalidad levantaron una parte del adoquinado ornamental que cubre el bulevar Rumipamba, inaugurado por el alcalde Rodas el 11 de julio del año pasado.

El trabajo tenía por objeto construir una caja de revisión en un punto del camino peatonal de 485 metros de longitud que atraviesa el espacio público de oriente a occidente. (I)

DATOS

El intercambiador que se construye en el sector de Carapungo es otra de las obras municipales en construcción que han tenido dificultades en esta época de lluvias.

La rampa 2, que conecta a la Panamericana Norte con la calle Luis Vaccari (Carapungo), sufrió el colapso de uno de los muros que soportan la losa superior en la noche del 13 de enero pasado.

Tres obreros que trabajaban en la obra sufrieron heridas. La Municipalidad atribuyó el percance a la fuerza de la tormenta caída aquel día, que habría desestabilizado la estructura de la losa mientras se construía.

En la madrugada del 23 de febrero, una fuerte tormenta inundó, en cambio, el paso deprimido que permite el acceso de la Panamericana a la av. Simón Bolívar, en dirección norte-sur.

En tanto que el 29 de marzo volvió a suspenderse la circulación vehicular por la rampa 2, esta vez debido a la inundación ocurrida a causa de una tormenta.

La municipalidad empezó la construcción del colector definitivo que servirá al intercambiador el 2 de mayo, a pesar de que está previsto que el distribuidor de tráfico esté listo a fines de junio.