El tráfico se ha aliviado considerablemente por la av. Cristóbal Colón, centro norte de Quito. Los trancones que soportaban los usuarios del transporte público y los automóviles particulares disminuyeron. La razón para ello es la época de vacaciones que viven los estudiantes con el régimen Sierra.

Hasta hace tres semanas, cuenta el peatón David Terán, cruzar de la av. Seis de Diciembre hasta la Juan León Mera le tomaba alrededor de 20 minutos. “Esa distancia no debe llegar a los 100 metros. Tranquilamente uno se podía bajar, caminar y volvía a tomar cuadras más arriba el mismo bus por el tiempo que demoraba”.

Hoy la misma distancia no representa más allá de los 5 minutos. “Así debería ser el tráfico normal, pero sabemos que esto solo durará hasta agosto. En septiembre volverá la cotidianidad de las largas filas y de la paciencia para llegar al destino”, refirió Manuela Jarrín, de 28 años.

Las intersecciones de vías y los semáforos que estas tienen para permitir el paso de ambos lados son en parte la razón para que en los días habituales de tránsito los automotores demoren hasta una hora en recorrer 1,5 kilómetros de longitud que tiene aproximadamente la avenida en la que se encuentran dos centros educativos.

“Todo se caotiza más con los buses, que por coger la mayor cantidad de pasajeros, esperan siempre que el semáforo llegue a la luz roja cuando tienen todo el tiempo para pasar. Eso atranca el tráfico particular que existe en la zona”, acotó Jarrín.

Además cerca de llegar a la intersección con la av. Diez de Agosto existe un depósito de material de construcción de la obra habitacional “Portal de Granada” que la edifica el Banco del Seguro Social (Biess), que ocupa parte del carril en el sentido oriente-occidente y complica la circulación habitual tanto vehicular como peatonal.

Al momento existe un cerramiento a la obra que obliga a los transeúntes a pasar por un costado de los montículos de material pétreo existente. La Administración Zonal La Mariscal, a través del Departamento de Control Urbano, entregó un permiso a los constructores para poder usar la vía desde hace dos meses.

“Tienen un expediente abierto en esta administración en el que se establece la ocupación de la vía para los trabajos”, indicó Pedro Ayala, notificador e inspector de la zona. Esa ocupación será al menos hasta fin de año mientras avanza el proyecto de siete torres que darán 307 viviendas, cuatro locales comerciales y siete oficinas.