Desde hace algunos años se escucha de forma periódica los casos de niños y adultos que son mordidos por perros de razas ‘agresivas’. Hace poco, un niño de 18 meses fue atacado por uno de estos animales hasta matarlo.

Los expertos dicen que no se debería temer a los animales porque su actitud depende de la crianza que hayan recibido de sus dueños y que no está en su naturaleza atacar a las personas.

Algunos ciudadanos, en cambio, dicen que debería prohibirse la tenencia de perros de razas como pitbull, boxer, bulldog, doberman, etc., que son muy fuertes.

Argumentan que no importa que los animales no sean agresivos por sí mismos, pero que la mayoría de los dueños los crían para que se vuelvan así con la excusa de que los necesitan para tareas como el cuidado de sus casas.

Informes de prensa dan cuenta de que cada día se produciría más de una decena de ataques de perros a personas en la ciudad.

La mayoría de estos, según las mismas fuentes, se producen en contra de niños y, en muchos casos, de infantes menores de un año. En muchas ocasiones los ataques son producidos en el propio hogar y a causa de las mascotas de la familia de la víctima.

Cuando esto ocurre, el dolor de los padres por lo sucedido es mayor. Y son este tipo de casos, cuando la agresión la comete el animal que se supone debería cuidar y defender a los miembros de una familia, los que fortalecen los pedidos de que se prohíba la tenencia de ciertas razas de perros.

Hay personas cuya opinión las coloca en el medio. Dicen que lo que debe hacerse es extremar los cuidados respecto a la relación con los animales. Y que en el caso de los niños nunca se los debe descuidar ante un perro ajeno ni la mascota familiar. (I)