El bullying cibernético se ha convertido en una práctica común entre los niños y adolescentes
El Internet exige prudencia sobre lo que publicamos y con quién nos comunicamos
Los nuevos delitos se ejecutan de manera cibernética a través del uso de la tecnología. Estos van desde el acoso a través de redes sociales hasta el robo de dinero mediante la apropiación indebida de claves.
El primer caso es utilizado de manera extendida por los jóvenes, algunos de los cuales abusan mediante el insulto y la intimidación de quienes saben más débiles e indefensos.
En general, el acoso cibernético se divide en hostigamiento, o el envío de insultos, imágenes ofensivas, etc., de manera repetitiva. Otro modo es la difamación, que es la agresión contra alguien publicando chismes y rumores.
Otro caso es la suplantación de identidad, que consiste en fingir ser alguien más en Internet con el fin de dañar su reputación. En muchos casos, las víctimas de este tipo de acciones son mujeres y menores de edad.
Miguel Ángel Chávez, trabajador de un cibercafé, aconseja tener prudencia al hacer pública la información personal e imágenes en la web. También dice que se debe tener cuidado sobre a quién se acepta como amigo en las redes.
Cristina Armas, una madre de familia, señala que se debe controlar lo que los hijos hacen en Internet y con quién se relacionan, pues no todas las personas publican la verdad o tienen buenas intenciones en el uso de las redes. (I)