Son las 12:00 de un domingo y el parque de Tababela luce prácticamente vacío. En las calles hay poco movimiento y la mayoría de la gente permanece en casa (que en realidad son fincas o ranchos).

Según el último censo de población, Tababela tiene cerca de 3.500 moradores, pero la cifra ha variado en los últimos tres años debido al aumento de la  población flotante que trabajó en la construcción del nuevo aeropuerto internacional Mariscal Sucre.

Humberto Baquero, presidente de la Junta Parroquial de Tababela, dijo estar preocupado por ese fenómeno, más aún cuando empiece a operar la terminal aérea, el próximo 20 de febrero. “En la parroquia el 80% de población se conoce. Como la mayoría de ellos la conforman familiares, las casas no tienen mayores seguridades ni cerramientos”.

Aracely Farinango, encargada de la Policía Comunitaria, aseguró que al menos  3.000 personas no son del sector y arriendan viviendas en los alrededores de Tababela porque participaron en la construcción de la terminal, pero anotó que los índices de robos no se han elevado, aunque sí se han registrado escándalos.

Al respecto, Maximiliano Estupinán, párroco del sector, cree que si bien estar junto al aeropuerto reactivará el comercio local, también modificará el estilo de vida de su población: “Tababela es un oasis, una isla de tranquilidad. Aquí parece que uno está en otro mundo, pero con el aparecimiento de nueva gente habrá que cuidar más los espacios públicos, que nunca  han sido destruidos”.

La parroquia está ubicada a dos horas del centro de Quito y su actividad económica principal es la agricultura. El clima de la zona ha permitido que el 70% de los habitantes se dedique a la siembra de maíz, frutilla y flores. Además, en los últimos años se han asentado importantes empresas dedicadas al área  textil, metalmecánica, cementos, arcillas, madera, muebles y alimentos preparados.

En la actualidad no existen proyectos orientados a potenciar el turismo en el sector, pese a que faltan pocos días para la apertura del nuevo aeropuerto. Tampoco hay infraestructura hotelera para acoger a los viajeros.  

Por ahora, los atractivos turísticos de la parroquia nororiental son la iglesia y el parque central, el puente peatonal, desde donde se observa la vía que conduce al nuevo aeropuerto; además, las pirámides de Caraburo y Santa Rosa,   mencionadas por la Misión Geodésica Francesa en 1736.

Para Baquero, el hecho de que la parroquia aún no cuente con ofertas para los   turistas se debe a que la población todavía no se ha reunido con las autoridades competentes para que les expliquen cómo incorporar al sector en el mapa de sitios para visitar.

Hasta el momento, en Tababela tan solo se han instalado tres restaurantes donde, particularmente, se alimentan los trabajadores  del aeropuerto. Por el contrario, los negocios se han orientado hacia la venta de terrenos y viviendas debido a la plusvalía que han ganado.

Asimismo, el arriendo de departamentos y oficinas es otra actividad económica “nueva” en la zona. Hace 5 años, el metro cuadrado de terreno en Tababela costaba entre 5 y 8 dólares; ahora, por ese mismo metro, pagan hasta 100 dólares.