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La zona se consolidó a partir de los años 70, mientras su crecimiento poblacional y migratorio empezó en los 80

La Libertad es un sitio histórico que todavía aguarda por su regularización

El barrio puede ser divisado desde los miradores de la ciudad y a la vez constituye un espacio privilegiado de observación de la hoya de Quito. Foto: Santiago Aguirre / El Telégrafo
El barrio puede ser divisado desde los miradores de la ciudad y a la vez constituye un espacio privilegiado de observación de la hoya de Quito. Foto: Santiago Aguirre / El Telégrafo
11 de enero de 2015 - 00:00 - Redacción Quito

“Quito está a nuestros pies y el horizonte de la ciudad nos pertenece”, comentó entre risas Laura Cuichán, moradora del barrio La Cima de la Libertad, ubicado en las estribaciones del Pichincha.

Laura, integrante de una de las últimas familias originarias de ese barrio, mencionó que a mediados de los sesenta e inicios de los setenta la expansión de la ciudad hizo que lomas y laderas del Pichincha sean habitadas por moradores que antes residían en el Centro Histórico.

Según el texto La Ciudad y los Otros del antropólogo Eduardo Kigman, a partir de 1908 las lomas del Pichincha se fueron poblando y zonas como La Colmena y Aguarico empezaron a alojar sobre todo a población migrante mestiza e indígena. Así mismo, el libro explica que estos asentamientos son producto del naciente urbanismo moderno de la ciudad a inicios del siglo XX.

La familia de Laura llegó a La Libertad hace más de 80 años, al igual que la de su esposo Luis Rivas (63).  Ambos comentan que la actividad más común entre los moradores del barrio era la agricultura y el pastoreo, además del comercio, pues San Roque, al ser el vecino inmediato de la zona, determinó parte de la cotidianidad del barrio.

En su libro, Kingman indica que “no es que no existiesen asentamientos anteriores a esos sitios, pero de población dispersa, jornalera, con fuerte vocación campesina. Esos asentamientos estaban concentrándose, integrándose alrededor de dinámicas urbanas y urbano-rurales”.

Luis Guachamín, vecino del barrio, recordó que varios de los productos agrícolas que se cultivaban en las laderas del volcán se comercializaban en el mercado de San Roque, pues, de niño, en algunas ocasiones bajó en la madrugada con su padre a vender hortalizas. Luis señaló que la ciudad moderna, con transporte, agua, luz y alcantarillado empezaba en San Roque.

Manuel Mesías (75), morador de dicha zona, comentó que en su niñez varios vecinos se organizaban en los días de verano para ir de paseo a la Cima de la Libertad. “En aquella época llegar a La Libertad significaba un paseo de un día, pues antes de que haya casas todo estaba rodeado de pastizales con pocas viviendas. De regreso comprábamos leche a los campesinos o maíz; era el campo a las puertas de la ciudad”, dijo.

Actualmente, La Libertad está conformada por 14 barrios, entre ellos: Rodrigo Paz, Santa Lucía, Valarezo, Balcón Quiteño, Atacazo, Los Ángeles, Unión, La Libertad Baja, Media y La Cima de La Libertad.

El barrio La Libertad lleva ese nombre por el hecho histórico que allí sucedió en 1822: La Batalla de Pichincha. Precisamente sobre los techos del caserío se produjo la batalla entre criollos y españoles, hace casi 200 años, suceso que determinó la Independencia definitiva del país con España.

En la batalla, comandada por el Mariscal Antonio José de Sucre y en la cual combatió Abdón Calderón, participaron unos mil soldados venezolanos, peruanos, quiteños y colombianos en el lado patriota.

El recuerdo de este suceso está presente en la vida de los moradores del barrio, pero no es determinante en su diario vivir. En la memoria  de la mayoría de los vecinos es que a mediados de los años 70 se construyó lo que hoy es el Museo Templo de la Patria.

En 1920, durante el gobierno de José Luis Tamayo, se erigió en la cima un obelisco a manera de homenaje a los patriotas que libraron la batalla en ese sector.

En 1975, el expresidente Guillermo Rodríguez Lara ordenó la construcción del Templete de la Libertad. En su interior se encuentran expuestos varios objetos que se utilizaron en la confrontación.

“Antes de que se construyera el museo aquí en la Cima de La Libertad, el espacio constituía parte de una hacienda de la familia López. Años antes de la construcción del espacio habían casas en los alrededores y como referencia histórica solo existía una pirámide (el obelisco), pero en 1978, no recuerdo muy bien, el Ministerio de Defensa expropió los terrenos y a partir de eso se construyó el museo. Hay días que nadie lo visita, como a nosotros”, comentó José Guanochanga, otro habitante.

Una de las principales preocupaciones que tienen los moradores de la Cima de la Libertad es el tema de la legalización de sus predios, pues llevan más de una década intentando regularizar el barrio. Luis Rivas, expresidente del barrio, mencionó que la mayoría de las obras que tienen fueron realizadas sobre la base de mingas; por ejemplo, la cancha de vóley, el adoquinado y el servicio de agua potable para algunos barrios.

Según Rivas, el Cabildo no autoriza la legalización del sitio porque está considerado como una zona de riesgo, pues la mayoría de las casas se encuentran en las laderas del Pichincha. Otro inconveniente por solucionar en los 14 sectores es la movilidad, pues apenas una línea de buses atiende a una población de más 50 mil personas.

A partir de 1980, el crecimiento urbano en La Libertad detonó con la migración de familias indígenas provenientes de las provincias del sur del país. Estas se ubicaron en los barrios de la Libertad Media y Baja, la mayoría renta casas para estar cerca al mercado de San Roque, su sitio de trabajo.

Mientras que otros han iniciado sus propios negocios como tiendas, despensas, talleres de costura, zapaterías y más.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo y Equidad Social del Municipio, la población migrante en el barrio La Libertad es del 8,5% de un promedio normal del 4,7% de la ciudad.

DATOS

En el museo del Templo de la Patria se encuentra la tumba del soldado desconocido con los restos simbólicos de un combatiente de la Batalla de Pichincha.

En la Sala de Armas se expone una colección de elementos usados en la contienda: sables, dagas, proyectiles, puntas de lanzas, fusiles, documentos y prendas personales del Mariscal de Ayacucho.

La Torera (Ana Bermeo), uno de los personajes tradicionales de Quito, vivió algún tiempo en el Barrio La Libertad Baja. Varios de sus moradores recuerdan haberla visto recorriendo la calle La Libertad.

En la anterior administración municipal, los habitantes plantearon junto con las autoridades del Cabildo un proyecto turístico con el fin de aprovechar la vista de la ciudad desde el lugar.

Barrios como Balcón Quiteño, en La Libertad, están próximos a ser legalizados. Este barrio se encuentra a pocos kilómetros del sector de la Cima de la Libertad que aún no resuelve su regularización.

En el Templo de la Patria se colocaron 3 visores de larga distancia que permiten a los visitantes observar las riquezas históricas, naturales, arquitectónicas de la capital ecuatoriana.

El Museo abre de 08:30 a 16:30. Sábados, domingos y feriados está disponible entre las 09:00 y las 16:00.

La entrada cuesta $ 1,00 para los visitantes adultos. Los niños, las personas con discapacidades o los adultos mayores pagan $ 0,25.

El barrio La Libertad limita con el mercado y el barrio de San Roque, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad. Gran parte de sus moradores trabajan en ese lugar de comercio.

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