María Vicenta Simbaña se siente esperanzada. Ella forma parte del barrio La Tola Grande, en el valle de Tumbaco, y después de décadas de permanecer ‘aislada’ del centro urbano de Quito, la inauguración de la Ruta Viva (Vía de Integración de los Valles)le devuelve la confianza en que sus días serán mejores.

Antes de la inauguración de la autopista de 3 carriles por sentido y de 12,9 kilómetros de longitud, los habitantes de  Tola Grande,  Tola Chica y otros barrios aledaños debían trasladarse hasta la avenida Interoceánica  para ‘salir’ a Quito.

A Simbaña el trayecto le tomaba alrededor de 45 minutos, en el mejor de los casos, y hasta una hora cuando el tráfico era ‘endemoniado’. Es que el desgaste que ocasiona la congestión vehicular hace que la gente se agote antes de llegar al trabajo. Y después de las 17:30 lo único que importa es volver a casa: haciendo trasbordo entre buses o utilizando servicios exprés que ahorren minutos o hagan más cómodo el recorrido.

Pero tras la apertura de la nueva ruta, que además  descongestiona la vía Interoceánica, los moradores de Tumbaco han reducido su viaje a 35 minutos. La tarea pendiente -aclaran los moradores- es concluir las obras complementarias, como una salida vehicular directa desde el barrio a la avenida y pasos peatonales. Aquello evitará que los pobladores vayan hasta el barrio Villavega para tomar la vía a Quito, lo que podría reducir aún más el tiempo de recorrido.

En total son 21 barrios los que atraviesa la nueva ruta, que va desde la avenida Simón Bolívar hasta Puembo, y están ubicados en Cumbayá y Tumbaco. De ellos, 7 requieren salida directa a la ruta VIVA porque al momento de la inauguración, la obra tenía una ejecución del 98%, según reconoció el alcalde Mauricio Rodas en el evento de apertura.

El Municipio explicó que están porconcluir las vías secundarias de 5,5 kilómetros de longitud cada una, paralelas a la Ruta Viva,  que empalman con unos 15 accesos y vías secundarias a los barrios.

Estos trabajos, de acuerdo con la previsión de la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), estarían concluidos en enero. Patricio Jaramillo, gerente de la entidad, explicó que luego de ello vendrán los estudios para “la realización de las obras complementarias que pide la ciudadanía” y que -añade- no se habrían contemplado en el proyecto original.

Pero después de dos semanas de la inauguración, la Ruta Viva cambió la movilidad en la zona. Por ejemplo, en los sectores conocidos como La Morita, La Cerámica, el centro de Tumbaco, La Granja, El Nacional y La Primavera, donde solían registrarse trancones en horas pico, el tráfico es más fluido porque los conductores optan por desplazarse por la Ruta Viva y el tiempo de recorrido hacia Quito bajó en unos 45 minutos. Antes, llegar de Tumbaco a Quito entre las 06:30 y 09:00tomaba hasta 90 minutos.

Luis Campos, conductor de la cooperativa Pifo, comentó que el cambio se sintió el mismo día de la inauguración de la nueva carretera. A su criterio, el tráfico en la avenida Interoceánica se redujo en más del 70%, aunque los estudios estimaron que la carga vehicular bajaría en el 50% (23 mil automotores). Aquello es más notorio en esta época, cuando las compras navideñas y la llegada de  familiares radicados en el exterior inciden en la movilidad.

La construcción de la Fase I de la Ruta Viva (Av. Simón Bolívar - La Primavera) arrancó en agosto de 2012 y fue puesta al servicio de la ciudadanía en diciembre del año anterior por el presidente Rafael Correa y el exalcalde Augusto Barrera. Mientras que la Fase II (La Primavera - Puembo) empezó a construirse en enero de 2013. Todo el proyecto costó $ 300 millones.