Hay quienes aprueban el ‘carnaval con todo’
La fiesta tradicional es vista de distintas formas en Quito
En los días previos al carnaval, en los distintos colegios de Quito se vivió un ambiente festivo. A la salida de clases era común observar a jóvenes arrojándose espuma de carnaval, harina y huevos, entre otros elementos.
Algunas personas ven con agrado esta forma de festejar, aunque hay opiniones diversas.
Para Dayana Sánchez, del décimo año del Colegio Simón Bolívar, la forma ‘tradicional’ de jugar carnaval tiene sus pros y contras. Entre los últimos está que “algunas veces, camino a clases, de improviso te arrojan alguna cosa (harina, huevos, aguacate). Y entonces llegas sucia al colegio y no te permiten entrar y, además, te sancionan.
Para Tamiana Guato, en cambio, el carnaval es una época que permite que te ‘desquites’ mojando y ensuciando si alguien te cae mal. Tamiana dice que ella no duda en arrojar incluso achiote a los amigos y ‘enemigos’ y que “es un tiempo en que se puede ser salvaje sin necesidad de justificación”.
Nashely Albán (14 años) dijo antes de las vacaciones que este año jugaría carnaval “como nunca”, por ser el último chance de jugar con todas sus compañeras antes de separarse por especialidades.