“No podemos intervenir sin el consentimiento del dueño del inmueble. Las casas del Centro Histórico son propiedad privada. Acudimos cuando nos llaman; por ejemplo, para evaluar el estado de las viviendas luego de sismos”.

El miércoles, durante su cadena radial, el alcalde Mauricio Rodas comentó de ese modo el colapso estructural de una vivienda del sector de San Blas, ocurrido al amanecer del lunes.

El hecho no dejó víctimas, pero sí pérdidas materiales para quienes arrendaba departamentos y locales comerciales en el inmueble, ubicado en la intersección de la calle El Vergel y av. Pichincha, en el ingreso norte al Centro Histórico.

Cuatro familias (de entre 4 y 5 miembros cada una) y los propietarios de 2 negocios de confección ropa deportiva resultaron afectados por el hecho.

Los moradores comentaron que se salvaron porque salieron espontáneamente del predio cuando detectaron el peligro a inicios de la madrugada del lunes.

La mayoría de damnificados no tenía un cálculo preciso sobre sus pérdidas, relacionadas básicamente con enseres domésticos. Sin embargo, los propietarios de los negocios que funcionaban en la planta baja sí manejan cifras.

Fernando Sagnay Poveda, propietario de uno de los que funcionaba desde hace 30 años en el sitio, estimó en $ 80 mil la afectación económica que había sufrido. De este monto, según Sagnay, una parte correspondía a materia prima embodegada.

Pero lo más grave habría sido, en su caso, la afectación directa a computadoras, maquinaria y muebles modulares.

Por otro lado, Ramiro Taipe, propietario de Alexander Sport (que funciona desde hace 8 años), estimó que ha perdido alrededor de $ 500 diarios debido al cierre forzado de su negocio, mientras dura la remoción de los escombros.

Hasta el jueves no existía un informe oficial de las causas del desplome del inmueble. Sin embargo, los afectados apuntan que en los días anteriores al siniestro se realizaron trabajos en las escalinatas de la av. Pichincha para su regeneración. Atribuyen a esto la causa del suceso, pues —afirman— que mientras se efectuaban las labores, la vivienda temblaba.

El secretario metropolitano de Seguridad, Juan Zapata, dijo el jueves que la Alcaldía demandará a la contratista de la obra por no cumplir con todas las medidas de seguridad para los trabajos.

Alexandra Espinoza, la propietaria de la vivienda colapsada, aseguró que se encuentra a la espera del resultado del informe técnico. No obstante, la mujer también atribuyó a las obras adyacentes al predio el origen del desplome.

Espinoza negó que el inmueble haya estado en malas condiciones y que necesitara ser intervenido. El Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) mantiene 4 programas de ayudas para los dueños de bienes históricos.

El primero, según consta en el portal de la institución, es el de rehabilitación de vivienda. Este tiene como límite $ 10 mil, los cuales son totalmente reembolsables.

Los dueños de casas también pueden acogerse al Programa de Recuperación de Imagen Urbana, para refacción de las fachadas. En este se aplica un subsidio de hasta el 50% del presupuesto aprobado por la institución.

También existe el Programa Quinta Fachada, destinado a la rehabilitación de cubiertas de los inmuebles. Este ofrece un subsidio del 50% para inversiones con límite de $ 15 mil.

Mientras que para intervenciones menores se conceden créditos de hasta $ 10 mil. (I)