Ana María Armijos, directora del Instituto Metropolitano de Patrimonio Cultural, habla sobre el manejo de los inmuebles patrimoniales de Quito en manos de personas particulares y las ayudas económicas que reciben los dueños para su conservación.    

¿Cuántos inmuebles patrimoniales están inventariados en Quito?
Hablamos de aproximadamente 3.900 bienes inmuebles particulares en el Centro Histórico. El primer inventario lo realizó el Municipio en 1990 y este año hicimos otro, por lo que las cifras probablemente cambien; esto porque, por ejemplo, hay algunas casas que ya han desaparecido. Cabe anotar que hay dos tipos de inventarios. Uno es el continuo, que se relaciona básicamente con el Centro. Y el otro son los inventarios selectivos, que se refieren a ciertas edificaciones en zonas como Guápulo, La Mariscal, La Floresta, etc. En el caso de este último hemos hecho un gran esfuerzo para ampliarlo; es decir, no hablamos únicamente de viviendas, sino que también estamos incluyendo inventarios de edificaciones monumentales (iglesias, conventos), puentes, chaquiñanes, caminitos, monumentos, edificios públicos, casas de hacienda, etc.

¿Qué características se toman en cuenta para que un inmueble o sitio conste en el inventario?
La antigüedad, las características de construcción, los materiales, en el caso de inmuebles...

¿Y en los casos como chaquiñanes, puentes, monumentos...?
La antigüedad, su vigencia y el interés, digamos histórico, que haya tenido. Ese es el caso, por ejemplo, del puente del Machángara, en la Maldonado, que es reconocido por los quiteños y al que no se le ha puesto mucha atención; va a estar en el inventario. Igual el Camino del Inca, del que no queda mucho, por lo que de él estamos rescatando más que nada la memoria.

¿Hay alguna previsión de cuándo concluirá ese trabajo?
Más o menos. Debemos terminar este año el inventario.

¿Cuántos inmuebles particulares han sido intervenidos durante su administración?
Antes que nada hay que recalcar que los bienes particulares son responsabilidad de sus dueños y no del Municipio. Nosotros notificamos al propietario, por ejemplo: “Su propiedad está en malas condiciones; debe arreglarla”. O hay casos en los que los dueños hacen intervenciones importantes sin tener un proyecto aprobado, en los que la entidad respectiva suspende  la obra.

¿Pero el Municipio sí participa en los proyectos de intervención?
Tenemos varios programas de incentivos, pero la responsabilidad es del dueño. Son incentivos que da el Municipio para que, por ejemplo, el centro se vea como está; pero la casa es del dueño. A veces dicen: “El Municipio no me ha arreglado la vereda”; pero la vereda es responsabilidad del dueño de la casa. Y es igual con las casas patrimoniales.

¿Qué pasa si el dueño no tiene recursos  para mantener en buen estado el inmueble?
Una alternativa es que la venda. Usted hereda una casa y como no tiene recursos ¿deja que se caiga la casa? No. Una casa patrimonial es como cualquier casa.

¿Pero mantener un estilo arquitectónico antiguo debe costar bastante?
No necesariamente. La fachada hay que pintarla... La cubierta es lo que más cuesta, porque normalmente es de madera, con teja; no se puede utilizar asbesto-cemento (Eternit), que es más barato. Pero justamente por eso tenemos el programa de cubiertas y el programa de incentivo para fachadas.

¿En qué consisten esos incentivos?
Hay ayudas económicas bastante importantes. Aunque es cierto que puede resultar tedioso el proceso debido al papeleo. En el caso del arreglo de fachadas y cubiertas, incluso cubrimos el 50% del monto; y la otra mitad se la cobramos al dueño a 10 años plazo en la carta del impuesto predial.

¿Cuántas ayudas se han entregado?
Este año hemos participado en 27 procesos de intervención y tenemos listos otros 27 proyectos más. Y esperamos cubrir otros 25 extra. Es decir, esperamos participar en unas 97 intervenciones en este año.

¿Hay algún tipo de incentivo para la estructura de las edificaciones?
No, por ahora. Pero la ordenanza respectiva está en proceso de cambio. Y ahí estamos tratando de incluir además de los incentivos para fachadas y cubiertas, para la estructura y para cableado y tubería. Esto porque estos detalles aparentemente menores, pueden incidir grandemente en la conservación de un inmueble (como en el caso de incendios por cortocircuitos o daños a causa de humedad).

¿Ustedes supervisan las intervenciones?
No, todo se hace en base al proyecto que se presenta a la Comisión de Áreas Históricas, que aprueba los planos y luego hay visitas de verificación para que se cumpla con lo previsto.

¿Los recursos de los incentivos se entregan al dueño?
Se hace un presupuesto conjuntamente con el propietario. Se firma un convenio y se juntan varios proyectos para subirlos porque el Instituto de Patrimonio está sometido al Sistema de Contratación Pública. Se sube al portal la licitación y gane quien gane, ejecuta ese grupo de obras. Antes había el programa “Pon a punto tu casa”, con el que se entregaban créditos a los propietarios; pero ahora la ley no permite la entrega de préstamos a través del Banco del Estado (BEDE), etc.

¿El sistema actual no demora el proceso? ¿Y eso no da la idea a la gente de que no se hace nada?
No tanto. En un año hemos trabajado en 27 proyectos; hay otro grupo grande más. Entonces no es tanto. Además, a veces la demora depende también de los propietarios, que tardan en la entrega de algún documento.

¿Esas 27 intervenciones cuánto han significado?
El contrato fue de alrededor de 500 mil dólares.

Algunos ciudadanos alegan desconocer estos procesos. ¿Se socializa el tema?
Sí, ahora vamos a hacer el 13 de septiembre me parece, un taller con las administraciones zonales. Quizás no sepan del tema en las parroquias, pero en el centro eso es difícil. Sí conocen, pero a veces se hacen los que no saben.