El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, confirmó la semana pasada que el chavezazo, celebración suprimida hace 7 u 8 años en el sur de la ciudad por problemas de inseguridad, fue reintegrado en la agenda de fiestas capitalinas.  

Ello generó la protesta de moradores de los barrios La Villaflora, Magdalena, Santa Ana, entre otros, que eran los principales afectados por los efectos negativos.

Alejandra Castillo, quien habita más de 40 años en Santa Ana, señaló que en la última edición del evento, 2 personas en estado etílico iniciaron una pelea que culminó con el rostro de una de ellas dentro de una paila con aceite hirviendo en un puesto de comida.

Mauricio Andrade, vecino de La Villaflora y quien acudía a la festividad anualmente, narró que se volvió una escena común que mientras un grupo de personas bailaba,  otro peleaba,  incluso no era extraño observar que volaban botellas de licor sobre las cabezas.

Por su parte, María Vaca, exdirigente barrial de Santa Ana, recordó que la citada fiesta popular nació como un encuentro entre familias de los barrios aledaños, pero que se degeneró desde que la auspiciaron marcas de bebidas alcohólicas.

Con esos antecedentes, la exdirectiva expresó no estar de acuerdo con la reactivación de la fiesta por parte del Cabildo. Añadió que la decisión no fue consultada con los moradores de los barrios y exigió que, en caso de que su realización fuese inevitable, tenga las medidas necesarias de seguridad.

La Administración Zonal Eloy Alfaro está a cargo de la organización del evento y sus funcionarios señalaron que el chavezazo contará con el resguardo de 400 policías metropolitanos, 120 efectivos de la Policía Nacional y 70 integrantes del Cuerpo de Bomberos de Quito.

Además, se instalará un Punto de Mando Unificado (PMU) en el sector para coordinar los operativos sobre control de comercio, delincuencia y expendio de bebidas alcohólicas.

Sobre el último tema, de acuerdo con la administración, en las tiendas del sector se prohibirá la venta de licor en el período previo y durante el evento.

Para ello, 3 comisarios y funcionarios de la Intendencia General de Policía estarán encargados de controlar y sancionar un día antes y después de la fiesta.

Adicionalmente, el alcalde Rodas anunció ayer que el evento se realizará entre las 15:00 y las 21:00 del próximo 5 de diciembre, y que no se extenderá.

La autoridad indicó que confía en que las medidas de seguridad que se adoptarán eviten problemas en la medida de lo posible. “No es el chavezazo de hace años, es otra cosa totalmente distinta”, aseguró.

La circulación vehicular se restringirá en la avenida Rodrigo de Chávez el día del evento y lo mismo ocurrirá con la calle Pedro de Alfaro. En tanto, la 5 de Junio y la calle Galte estarán habilitadas y servirán como vías de emergencia.

Ante el reclamo de varios concejales sobre que el plan no fue socializado a la ciudadanía, Rodas sostuvo que se lo hizo recientemente y que hoy explicarán los operativos en el terreno.