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Las calles de la ciudad estuvieron llenas de vendedores de monigotes

Hay una lista de nuevas metas, ilusiones y sueños por cumplir en este nuevo año

Muchas familias prefieren construir su propio año viejo antes que comprarlo. Foto: Archivo / El Telégrafo
Muchas familias prefieren construir su propio año viejo antes que comprarlo. Foto: Archivo / El Telégrafo
04 de enero de 2015 - 00:00 - Karen Llumigusin. Colegio Simón Bolívar

Ya pasó el fin de año, una fecha muy importate para todos los capitalinos, pues la alegría y el regocijo son parte del ambiente que se vive en cada uno de los hogares.

Patricia Chacha, madre de familia, comentó que para ella significó despedirse de cada uno de los meses, en los cuales se han vivido experiencias buenas y malas.

Así mismo, Luis Llumigusin, padre de familia, señaló que el 31 de diciembre hay personas se realizarse un autoexamen en el cual se evalúan si durante los 12 meses del año se logró o no cumplir metas.

La Nochevieja llenó de emoción a cada hogar, esa felicidad se vio reflejada en los sueños y en los deseos de la gente.

Los ecuatorianos tenemos varias costumbres para celebrar el año viejo como son disfrazarse de viudas, la quema de monigotes, correr alrededor de la manzana de la casa con una maleta, comer 12 uvas, guardar dinero en el zapato, vestir ropa interior amarilla, etc.

Todas estas cábalas se realizan para llamar a la fortuna y tener buena suerte, felicidad y prosperidad durante todo el año.

Las personas esperan esta fecha para reunirse con sus familias, además, se llenan de expectativas por lo que les deparará este nuevo año 2015. Creo que lo más bonito de ese día fue que toda la familia pudo estar reunida y compartió el amor y la esperanza.

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