La época invernal en la capital inicia en noviembre y culmina en abril; sin embargo, en el último año un fenómeno atmosférico ha hecho que los primeros meses de esta estación no sean lluviosos y que el temporal se sienta recién en mayo, lo cual ha generado inconvenientes que han ocasionado pérdidas materiales y caos vehicular en varias zonas, como ocurrió el fin de semana y ayer.

Hasta abril, mes que se supone es de mayor lluvia, se registraron 51 inundaciones y siete derrumbes, cifras inferiores a las de 2012. En cambio, solo el último fin de semana se atendieron seis inundaciones y tres deslizamientos de tierra al sur de la ciudad, según el reporte del sistema ECU 911.    

El fin de semana se registraron las inundaciones más altas con 25,3 milímetros de lluvia, cuando lo normal es de hasta  15,3 mm. Las parroquias afectadas fueron Solanda, La Ecuatoriana, Chillogallo y Quitumbe (sur).

Para Augusto Coronel, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), el fenómeno se debe al cambio climático, que ha hecho que los periodos que se tenían fijados entre invierno y verano se muevan y, con ello, que los lapsos pertenecientes a las épocas frías y cálidas varíen.

Ricardo Peñaherrera, director de Gestión de Riesgos del Distrito Metropolitano, señaló que es posible que la época invernal se extienda hasta  mayo porque en los primeros meses “no llovió lo que se esperaba”, por lo que el Plan Macro de Emergencias sigue en vigencia.

Según el Inamhi, hasta mañana se prevé fuertes lluvias por una corriente de humedad proveniente de la Amazonía que es traída por el viento hasta Quito. Se explicó que los aguaceros tendrán mayor presencia en el sur debido a la vegetación de la zona.

La temperatura más baja que se presentó ayer fue de 11 grados centígrados, y se estima que mañana  pueda llegar hasta los 20 grados.

Como medidas de prevención ante las lluvias, el Cabildo recomendó: quitar del exterior de las viviendas objetos que puedan ser arrastrados por el agua, limpiar desagües y alcantarillas, no estacionar vehículos ni acampar en cauces secos y no construir viviendas cerca de quebradas y ríos.

En caso de precipitaciones intensas, las autoridades recomiendan: mantenerse informado de las predicciones meteorológicas; si la vivienda se inunda, desconectar la energía eléctrica; abandonar sótanos y plantas bajas; respetar la señalética colocada en puentes y vías (no entrar si el agua toca las líneas rojas); si el vehículo se inunda, abandonarlo, pedir auxilio o dirigirse hacia zonas altas; y reportar este tipo de situaciones al número de emergencia 911.