Los quiteños sienten que las obras municipales como Quitocables, Solución Vial Guayasamín, entre otras, no cuentan con procesos de socialización previa, ni tampoco con una planificación integral.

Esa fue una de las conclusiones a las que llegó el Encuentro Nacional por el Hábitat y el Derecho a la Ciudad, que se realizó ayer en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), en Quito.

El evento, que concluye hoy, busca promover políticas públicas urbanas integrales que serían expuestas en la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda, Desarrollo Urbano Sostenible, Hábitat III.

Lothar Ranft, opositor del proyecto Quitocables, indicó que el Municipio de Quito no socializó ni promovió la participación en esta obra. “¿Realmente los Quitocables son la solución de movilidad del noroccidente?”, se preguntó y enfatizó que hay otras alternativas para aliviar el tránsito en la zona como la  terminación de la calle Machala.

Proyectos carentes de estudios, socialización y planificación han conllevado que el Cabildo pierda la visión de ciudad, así lo ratificó Augusto Barrera, exalcalde de Quito. A su criterio, antes de montar una obra se debe tomar en cuenta la postura de los barrios. Califica como “una pena” que el concepto de presupuestos participativos esté casi extinto en la administración municipal actual.

“Se estigmatiza la ciudad. El ejercicio de la autoridad municipal debilita las organizaciones barriales”, agregó Barrera.

Asimismo, en el foro se analizaron los conceptos de movilidad. Una de las conclusiones fue que las obras municipales deben priorizar el transporte público masivo.

Para Leonardo Cañizares, habitante de la calle Whymper, quien está en contra del proyecto vial Guayasamín, falta planificación del   Municipio y aquello obligó que   efectúe cambios estructurales en esta obra.

Sin embargo, recalcó, estas modificaciones se ejecutaron por presión ciudadana y de varios concejales, entre ellos Daniela Chacón.

El edil Carlos Páez considera que los problemas de movilidad no se resuelven con proyectos aislados y descontextualizados. Espera que las rectificaciones en este proyecto estén debidamente sustentadas, “especialmente desde la parte técnica”.

Páez considera que los cambios se deben “concretar con todas las obras grandes que tiene en ejecución o que están por realizarse”.

Las políticas de continuos cambios y rectificaciones preocupan a los ciudadanos. Por ejemplo, los moradores de Guápulo piden al Cabildo una revisión del cierre de la avenida Germánico Salgado. El plan de movilidad, que impulsó el Municipio, estableció que desde el pasado lunes, para circular desde Quito, a través de Guápulo, hasta la avenida Simón Bolívar, se lo debe hacer -únicamente- por la avenida  Los Conquistadores (La Vicentina).  

A los vecinos del sector les preocupa la disminución de turistas. Tienen prevista una reunión hoy con funcionarios de la AMT.

Tras varias protestas, Nelson Guerra, representante barrial, indicó que se llegó a acuerdos con el Municipio, entre ellos la apertura de la vía hasta el 12 de septiembre, que concluirán las fiestas del barrio. Sin embargo, la mañana de ayer, la vía estuvo obstaculizada. (I)