El complejo legislativo, que integra a la Asamblea Nacional, el Palacio de Justicia y la Casa Lasso Conto, empezará a construirse luego de que el Consejo Metropolitano apruebe el proyecto mediante una ordenanza.     

El titular del Legislativo, Fernando Cordero, confía en que la obra sea entregada al término de su periodo, es decir hasta mayo del 2013. Aseguró que el diseño urbanístico nació de un concurso público en el que participaron 100 equipos de arquitectos ecuatorianos. 

Para empezar la obra, la Asamblea destinó 6 millones de dólares a la compra de los edificios de la Corte Nacional de Justicia. Además, el Municipio entregó la Casa Lasso Conto en comodato para un periodo de más de 50 años. Al momento ocho obreros trabajan en la recuperación de la vivienda que está bastante deteriorada. Los trabajadores empezaron por cubrir con zinc el techo de teja.

La vivienda se convertirá en el museo de la Asamblea Nacional; “las constituciones y otros documentos muy valiosos serán expuestos en el museo”, explicó Cordero.

El área de parqueaderos también se empezará a construir en los próximos días, una vez que el Concejo Metropolitano aprobó el proyecto, que está a cargo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Con 460 espacios para estacionamientos contará el complejo Legislativo en el subsuelo. Además, se contempla restringir la circulación en la avenida Seis de Diciembre, en el tramo entre el parque El Ejido hasta La Alameda, para que ahí se construya un parque lineal.

Cordero señaló que la entidad tiene oficinas dispersas en cuatro edificios, lo que es “antifuncional”, por esa razón se construirán 140 oficinas en un mismo lugar para uso de la institución.

Los cuatro edificios en los que están repartidos el personal son: el Palacio Legislativo, Dinaped, Alameda II y Acuarius. En el Palacio Legislativo laboran 388 funcionarios; en Dinaped 272; en la Alameda II 197; y en Acuarius 54, es decir, 908 servidores laboran en instalaciones dispersas.       

El Presidente de la Asamblea explicó que del espacio público que se regenerará, el 67% se destinará a una plaza y áreas verdes, y el 33% restante será ocupado por tres edificios. Además, contó que la plaza central del complejo estará destinada para las concentraciones sociales, las cuales podrán observar las sesiones de la institución legislativa por medio de pantallas gigantes que serán ubicadas en el lugar. Acotó que no se construirá un cerramiento porque se trata de un lugar público, al que todos podrán acceder.

Mientras tanto, la preocupación de ser desalojados agobia a los vendedores ambulantes y propietarios de negocios aledaños a las instalaciones de la Asamblea.

María Guanoto (48 años) tiene un puesto de caramelos en la avenida Seis de Diciembre, sobre la vereda del Palacio de Justicia, en donde vende desde hace ocho años. “Con qué voy a mantener a mi familia, si de esto he vivido siempre”, dijo.

En la calle Piedrahita y avenida Seis de Diciembre, Rosa Urcuango vende hornado y asegura que sus clientes más asiduos son los abogados. La mujer labora en el sector desde hace 17 años y comenta que si los desalojan perdería su única fuente de ingreso, pues no sabría qué otra cosa vender.

Paulina Zuquillo está en el lugar desde hace aproximadamente 5 años. Vende películas y CD de música en la calle Piedrahíta, al frente de la Asamblea Nacional. Cuenta que estaba tranquila porque creyó que el proyecto no sé realizaría “pero si empiezan a construir me tocará salir”, señaló con pena.

Ellas esperan la resolución municipal y confían en que las autoridades les den una solución para no perder su fuente de ingresos.