¿Cuáles son los proyectos que cambiarán la capital?

Mejorar la movilidad de Quito ha sido vital porque si seguimos como estamos la ciudad no va a soportar más. Hoy tenemos aproximadamente 430 mil vehículos y cada año ingresa un 10% más. En un periodo de 10 años tendríamos el doble de autos; la proyección hasta 2045 advierte que habrá 1,5 millones de carros que circularán a una velocidad de 13 km/h. También ha sido importante la participación de la ciudadanía en programas como los Centros de Desarrollo Comunitario, 60 y Piquito, y de emprendimiento.

¿Cómo se mejorará la movilidad de Quito?

Hay dos pilares: uno es el transporte público y otro es la movilidad no motorizada. Dentro de la primera el proyecto estrella es el Metro de Quito, que será la columna vertebral del sistema público porque estará conectado con los corredores y buses. El otro proyecto emblemático es la Bici Q y, en general, las ciclovías. Con ello cambiará radicalmente la vida de la ciudad; con el Metro la gente ahorrará miles de horas de viaje.

¿Cómo incentivar a la gente para que  deje su auto en casa y  use  el Metro?

Los beneficios que ofrecerá la primera línea del Metro  permitirán que lo elijan: es más seguro y reduce  los tiempos de recorrido; a más de la calidad del servicio. También habrá medidas restrictivas.

¿La movilidad es un problema de las ciudades en crecimiento?

Absolutamente, en algunos casos es gravísimo. La falta de coherencia entre el número de vehículos privados y la capacidad vial de una urbe se vive en todas las ciudades, un ejemplo de ello son Beijing (China), Santiago (Chile) y Madrid (España). Son casos no solo de movilidad sino de contaminación ambiental. Eso es lo que queremos evitar en Quito.

¿En qué otros ámbitos está creciendo  la ciudad?

Cuando comenzamos la administración -en el primer trimestre de 2009- hicimos un primer diagnóstico que evidenció casi 400 barrios no regularizados; para nosotros aquello fue un verdadero shock. Por haber sido concejal pensé que tenía las cifras correctas, pero no era así. Para finalizar, este año tendremos aproximadamente 270 barrios legalizados, lo que implica más del 50%. Y en los barrios que aún falta se aplicará la expropiación especial a los traficantes de tierras y particiones administrativas,   cambios que solicitamos sean introducidos en el Código Orgánico de Organización Territorial (Cootad).

¿Cómo evitarán que continúen operando los lotizadores?

Esta era la historia de nunca acabar; hemos identificado, sancionado... y judicialmente podemos expropiar los terrenos para entregárselos a los legítimos propietarios. La expropiación extraordinaria y la partición administrativa son dos grandes herramientas para combatir. Hemos enfrentado a varios traficantes de tierras, están presos; aquí no les damos premios ni les condecoramos o les invitamos a las sesiones solemnes como ocurre en otros lados. Con eso tendremos un porcentaje superior al 80% de barrios regularizados  cuando culmine nuestra administración.

La gente cae en manos de los traficantes de tierra porque necesita un lugar para vivir, ¿cómo se evitará que se asienten en zonas ilegales o de riesgo?

Nuestra política es ofertar vivienda junto con el Gobierno; tenemos cinco proyectos habitacionales. Quien quiera una casa tiene que acercarse a las entidades correspondientes, no necesita caer en las garras de un traficante ni ir a vivir en el fin del mundo.

Con varios proyectos en marcha, ¿cómo será Quito en 5 años?

Será una ciudad con cambios importantes en los hábitos de la gente, con más personas caminando y en bicicleta;  movilizándose en transporte público. Por ende, será una ciudad revitalizada, con una dinámica económica de empleo pleno. Una ciudad más equitativa, mucho más igual desde Quitumbe hasta Calderón, con plazas y espacios públicos en todos lados. Tendrá hospitales y unidades educativas  en todos los sectores.