Uso de buses eléctricos en la Metrovía lo decidirá el próximo Alcalde de Quito
El Corredor Central Norte de Quito, conocido también como Metrovía, continuará operando con buses articulados impulsados a diésel, al menos por ahora.
Ney Jiménez, directivo del consorcio de empresas de transporte que opera el corredor, dijo que así lo establece el nuevo contrato firmado el 28 de enero.
Según el dirigente, la idea cuando se sentaron a negociar con el Municipio era otra: integrar a corto plazo 40 unidades eléctricas. Esto es el 66,6% de los 60 articulados que operan de manera regular en la Metrovía capitalina. Hay 14 buses de reserva.
La flota está integrada por vehículos con 13 años de vida. El tiempo de operación es visible en la cantidad de humo negro que emiten algunos de los motores.
Aída Cruz, quien administra un negocio de muebles en la av. América, atribuye la rinitis y molestias de garganta que sufre, al menos en parte, a la contaminación que emiten los articulados del corredor.
Frente a ello, de acuerdo con Jiménez, la intención de las empresas consorciadas es dar un giro radical a la tecnología de las unidades.
El 11 de diciembre de 2017, un bus articulado eléctrico inició pruebas de funcionamiento en la ruta de la Metrovía.
La primera fase de estas concluyó en junio pasado de manera exitosa. Sin embargo, el cambio -insistió Jiménez- no se efectuará por el momento.
Para la compra de los 40 buses eléctricos se requieren $ 28 millones. El financiamiento no sería posible con la tarifa de $ 0,25 actual del servicio.
Por ello se propuso que el Cabildo aportara $ 3,5 millones al proyecto. Esto, sin embargo, fue negado por la Administración General y la Procuraduría Municipal.
Jiménez afirmó que siguen haciendo pruebas y que han hecho contactos para lograr los recursos. Una alternativa que manejan es que el subsidio estatal que reciben por el diésel, se convierta en ayuda para hacer el cambio de tecnología.
Pero el consorcio deberá tratar estos temas con el próximo Alcalde. (I)