En muchos tramos, los buses circulan junto con el resto de vehículos
El transporte municipal todavía genera quejas
Alrededor de las 08:00 de ayer, el cibernauta identificado como Villashanay Herrera escribió en su cuenta de Twitter (@villashanay) un reclamo a la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT).
La persona se quejaba de que los agentes civiles “permiten que vehículos particulares invadan el carril exclusivo de la Ecovía”.
La respuesta de la entidad fue que “este tipo de acciones se toman momentáneamente para aligerar la carga vehicular”.
La réplica no satisfizo al ciudadano que publicó en la red social que “las calles y el servicio de transporte público metropolitano de Quito son un fiasco”. Y añadió que el Municipio de Quito debe dejar “de jactarse de un mejorado servicio de transporte público. No existe. Es una falacia. Viajen en horas pico para comprobar”.
Marlene Sancho, quien usa todos los días el corredor Trolebús para dirigirse desde su casa al trabajo y viceversa, comparte las críticas al sistema municipal de transporte.
“No tiene sentido que las propias autoridades permitan en algunos tramos de la av. 10 de Agosto que cualquier carro use el carril exclusivo del ‘Trole’. Se supone que es una vía especial para que solo circulen por ella los buses municipales y vayan rápido”.
Los cinco corredores municipales capitalinos están concebidos como sistemas BRT (bus de tránsito rápido, por sus siglas en inglés).
Una de las características principales de estos esquemas de transporte es el de generalmente transitar por carriles exclusivos, los que suelen estar ubicados en el centro de las vías. Además, el ingreso a los buses en los sistemas BRT suele hacerse a través de estaciones donde previamente pagan los pasajeros en lugar de realizar el pago dentro de las unidades.
La exclusividad de zonas de circulación no se cumple en todos los recorridos en Quito.
Un ejemplo es lo que ocurre con el Trolebús y lo que denuncia @villashanay sobre la Ecovía. No obstante, hechos similares suceden también en los corredores Suroriental y Suroccidental.
En este último, los buses articulados recorren el tramo de la av. Mariscal Sucre que va desde el ingreso norte del túnel de San Juan hasta la av. Rodrigo de Chávez, de forma conjunta con el resto de vehículos.
Esta situación eleva los tiempos de desplazamiento de las unidades de transporte metropolitano y reduce la eficiencia del sistema.
Sin embargo, la superposición de viajes con los carros particulares no es el único problema que detectan los usuarios en los corredores municipales. La aglomeración de personas en las paradas y unidades es una de las quejas frecuentes.
Esto ocurre, sobre todo, durante las horas pico como denunciaba ayer Villashanay Herrera, aunque la falta de espacio en articulados y biarticulados suele presentarse también en otros momentos.
Sancho reconoce que los propios ciudadanos tienen mucho que ver con esta situación “porque somos desordenados, no nos gusta esperar en la fila y nos quedamos en las puertas de los buses en lugar de avanzar al interior”.
La tecnóloga en Informática considera, sin embargo, que las autoridades pueden actuar para cambiar esta situación.
Considera, por ejemplo, que debería asignarse más personal a las estaciones ubicadas en los extremos de los recorridos para que ordenen el ascenso de las personas a los buses y se eviten los gritos y empujones al abordar.
Cristóbal Tello, quien ocupa frecuentemente la Ecovía, añade que “debería pensarse en colocar a personal dentro de las unidades o en las puertas de las paradas intermedias para hacer que las personas se distribuyan bien en los buses. Mucha gente no logra subir más por desorden que por falta de espacio”.
Tello opina que también debería modificarse la forma en que actúan los conductores en las paradas. A su juicio, el tiempo que dan a las personas para que desciendan e ingresen a las unidades es muy corto.
“Parece que tuvieran que cumplir con un itinerario y un horario estrictos establecidos porque ni bien se abren las puertas ya están anunciando que se tenga cuidado, que las puertas se cierran. En una ocasión vi a una persona de edad (avanzada) que estuvo a punto de caer cuando el bus arrancó de golpe”.
El mensajero cree que la llegada de 40 articulados en 2015 y 80 biarticulados el año pasado han contribuido a mejorar, en algo, las condiciones del sistema municipal, “pero todavía falta por hacer”. (I)