Solución Guayasamín es el nombre con el que la Alcaldía de Quito bautizó al complejo vial cuya construcción arrancó el 5 de abril cerca de la Plaza Argentina (centro-norte).

El proyecto contempla, entre otros elementos, la construcción de 2 puentes paralelos al túnel Guayasamín, una de las actuales conexiones entre el hipercentro capitalino y el valle de Tumbaco (al oriente).

Según el alcalde Mauricio Rodas, se trata de dar solución al congestionamiento que se produce en ese punto del centro-norte capitalino. Uno de los argumentos es que la capacidad del túnel, inaugurado en agosto de 2005, ha sido rebasada y que, por tanto, la obra es necesaria.

Cuando se propuso construir el actual paso subterráneo, en 2002, la intersección entre las avenidas Guayasamín (Interoceánica), 6 de Diciembre, De Los Shyris y Diego de Almagro soportaba el tráfico de unos 19 mil vehículos diarios.

En ese contexto, el viaducto fue concebido para soportar hasta 24 mil vehículos en cada jornada. No obstante, de acuerdo con la Municipalidad, 34 mil automotores cruzan por él actualmente. Eso significa que el límite ha sido superado en 41% al cabo de casi 11 años.

Este aumento de circulación lleva a que algunos se pregunten si la construcción de una nueva vía resolverá por sí misma el problema de tráfico en la zona.

Carlos Páez, concejal por Alianza PAIS (AP) y exsecretario metropolitano de Movilidad, pone en duda la tesis de que el tráfico mejore simplemente con más vías.

En su blog personal señala que “la mayoría (de urbanistas) coincide en que la ampliación de las capacidades de las autopistas de acceso, si bien pueden generar alivios temporales a la congestión y sus consecuentes pérdidas de tiempo, paciencia y recursos, a la larga tienden a complicar más el escenario, al inducir a más gente a moverse en vehículo particular (...)”.

Páez apunta que el incremento de tráfico en el túnel Guayasamín guarda relación con el crecimiento demográfico registrado en el valle con el que conecta. Y pone como ejemplo que el sector de Cumbayá creció un 4% anual entre 1990 y 2015 frente al 2,3% promedio que registró el resto del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ).

El edil añade que el área a la que servirá el proyecto de la actual Alcaldía “es una de las predilectas para residencia de sectores de medianos y altos ingresos, cuya atracción por el auto privado es bien conocida”.

Por ello, el bloque de AP plantea a la Alcaldía que el proyecto de construcción de la Solución Vial Guayasamín priorice el uso de la futura infraestructura por parte del transporte colectivo.

Ello tomando en cuenta que los buses interparroquiales dejaron de recorrer lo que se conocía como partidero a Tumbaco a partir de la construcción del viaducto actualmente en operación.

Jorge Albán, coordinador de la bancada, envió un oficio en ese sentido al Alcalde el 16 de marzo. El documento señala que “de acuerdo con la propuesta técnico-económica presentada para la construcción del acceso centro-norte (...) no se evidencia la prioridad de esta intervención para el transporte público y más bien ni siquiera se la menciona”.

El oficio aclara que esta característica se mantiene “en el resto de análisis técnicos presentados”. Durante el lanzamiento del proyecto vial, el alcalde Rodas señaló que la Solución Vial Guayasamín permitirá el retorno del tránsito de buses por la zona.

Sin embargo, no proporcionó detalles sobre a dónde llegarían las unidades de transporte, si habrá conexión con el sistema municipal de transporte, si existirá conexión con la terminal de la av. Río Coca o si se construirán andenes propios para el arribo y partida de los pasajeros.

Alza de la tarifa del peaje

El proyecto vial iniciado por la Alcaldía se construye en base de una asociación público-privada con la empresa China Bridge and Road Corporation (CBRC), firmada el 4 de abril anterior.  

El convenio establece que CBRC invertirá $ 131 millones en la construcción de los puentes y obras adicionales. A cambio, administrará y mantendrá el eje vial Guayasamín (Interoceánica), incluido el manejo del peaje, durante 30 años.

Aunque se conocen pocos detalles del convenio, el Alcalde ha reconocido que la asociación con la firma china prevé el aumento de la tarifa del peaje de forma paulatina, una vez que concluya la construcción de la obra, prevista al cabo de 28 meses. (I)