La técnica constructiva prevista acorta los tiempos de la obra
El plazo para el Metro se fijó en base a estudios
Édgar Jácome, exgerente de la Empresa Metropolitana Metro de Quito, afirmó ayer que los cálculos de cada uno de los 4 consorcios que buscan construir la segunda fase del sistema de movilidad sería la causa principal de que las propuestas económicas presentadas superen el valor referencial establecido por el Cabildo para esa parte del proyecto y fijado en $ 1.200 millones.
Lo dijo durante una entrevista en radioVisión y lo ratificó posteriormente en declaraciones a EL TELÉGRAFO.
Según Jácome, lo adecuado de los valores bases fijados para cada parte del proyecto se demuestra en el hecho de que “el contrato para la provisión del material rodante (trenes, vehículos auxiliares, material para talleres y un lote de repuestos) fue adjudicado a un precio incluso menor a la base establecida para ese concurso”.
De acuerdo con el exfuncionario, “el consorcio español CAF Metro de Quito ganó la licitación para la venta de los trenes y el resto de implementos de esta fase por $ 183 millones, cuando el Municipio fijó el concurso en $ 193 millones”.
Durante su comparecencia en la emisora capitalina este lunes, el exgerente intercambió criterios sobre el Metro con Hermel Flores, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon).
Allí, el primero (Jácome) no rechazó la idea de que se fiscalice el proceso de estudios del esquema de transportación colectiva, tal y como anunció la semana pasada el bloque de concejales de SUMA-VIVE.
Añadió que incluso le parece que deberían analizarse los sistemas contractuales utilizados por la empresa Metro de Madrid. Esto a propósito de las críticas generadas sobre subcontrataciones que efectuó la compañía pública europea para la ejecución del trabajo.
El exgerente también defendió el plazo de 36 meses de construcción planteado para las obras de apertura del túnel subterráneo de 22 kilómetros, la edificación de 13 paradas intermedias y de cocheras (garajes) para los vehículos, y otras obras menores, establecidas como parte de la Fase II del Metro.
Según Jácome, esto es posible porque se ha planeado el uso de 2 tuneladoras, las que excavarían un promedio de 500 metros mensuales, necesitándose entre 17 y 18 meses para esa tarea. A ello se sumaría la terminación del resto de obras, con lo que se completaría el período de 3 años (36 meses) señalado.
Al cumplimiento de esos tiempos contribuiría el uso del sistema de construcción denominado entre pantallas, el cual se utiliza ya en las estaciones El Labrador (norte) y La Magdalena (sur).
Esto posibilita que mientras avanza la excavación, se continúe con otras obras civiles y se reduzca, además, “el tiempo necesario de intervención en la superficie”.
Un ejemplo de ello es lo que ya ocurrió en la parada La Magdalena, donde el paso vehicular por la avenida Rodrigo de Chávez fue suspendido por aproximadamente 6 meses. En ese tiempo, recordó el exgerente del Metro “incluso se construyó un parque en la parte superior de la estación el que ya está en uso. Y al cabo de ese medio año, se reabrió la avenida, mientras las obras siguen ejecutándose bajo tierra”.
Jácome respondió de esa manera a Flores, quien sugirió que se cambié el sistema constructivo entre pantallas por el de muros anclados. De acuerdo con el titular del gremio de los constructores, con ello y con el mejoramiento del proyecto se facilitarían los trabajos, reduciendo los tiempos y “abaratando los costos hasta en el 50%”.
Esto fue refutado por Jácome, quien aseguró que en base de los cálculos realizados durante la Alcaldía pasada, “con el mejoramiento de los diseños sí podría reducirse costos, pero en alrededor del 10%”.
Por otro lado, el exgerente del Metro de Quito aseguró que el uso del sistema muros de pantalla tiene como principal ventaja la seguridad a la hora de edificar. “Lograr en un proceso 0 accidentes constructivos es un elemento que la anterior administración no estuvo dispuesta a negociar en ningún momento”, dijo.
El punto de vista de Jácome sobre la técnica constructiva fue apoyado durante la entrevista radial por Leo Villalba, un ingeniero ecuatoriano que -dice- haber participado en varias obras de metro. El experto, de quien Flores reconoció haber oído hablar, afirmó que los metro se construyen mediante muros de pantalla y no con muros anclados.