La construcción del sistema de transporte subterráneo Metro de Quito avanza de acuerdo a lo planificado. La primera fase del proyecto comprende la construcción de las dos estaciones multimodales: La Magdalena y El Labrador.

Ayer el Presidente Rafael Correa, el alcalde Augusto Barrera y el gerente del proyecto Édgar Jácome recorrieron la obra en La Magdalena. Ahí destacaron que el Metro es la tercera inversión más grande del país, después de  la Refinería del Pacífico ($ 12 mil millones) y el Coca Codo Sinclair ($ 2 mil millones).  “Esto es una muestra del trabajo conjunto entre el Gobierno central y el local con una visión de país y del bien común”, anotó Correa.

Una vez que empiece a funcionar este sistema de transporte el país también sentirá sus beneficios, pues al utilizar energía eléctrica habrá un ahorro en la importación de combustibles. La construcción del Metro es parte del proceso de transformación de la matriz energética que lleva adelante el Gobierno. “El país utilizará energía limpia y renovable generada por las ocho hidroeléctricas que funcionarán en 2016”, dijo el Mandatario.

El Metro empezará a operar en 2017 y está previsto que transporte a más de 400 mil personas al día. Tendrá 15 estaciones y se estima que el recorrido desde Quitumbe hasta El Labrador tome 40 minutos.

Según el Municipio, actualmente en la ciudad se realizan 4,5 millones de viajes diarios, de los cuales, el 76% se efectúa en  transporte público; el 23%, en autos particulares y el 11%, en los sistemas integrados  Metrobús, Trolebús y Ecovía.

Consuelo Armas, moradora de La Magdalena, comentó que tiene curiosidad por conocer cómo funcionará el sistema público de transporte subterráneo. La mujer cree que la obra brindará mayor seguridad al barrio y  reducirá su tiempo de viaje comparado con lo que actualmente se demora al ir en bus.

Javier García es jubilado y vive más de 40 años en el sector. Asegura que nunca imaginó  una obra de esa magnitud en su barrio, pues en otras administraciones “el sur de la capital estaba totalmente olvidado”.

El Metro está concebido como una solución al problema de la movilidad en Quito. Jácome explicó que el nuevo sistema articulará y ordenará el transporte público. “El Metro será la columna vertebral del sistema integrado de transporte, que sumará todos los sistemas de movilidad”.

La primera línea del Metro tendrá 22 kilómetros de extensión y contará con 18 trenes de seis vagones, los cuales circularán por un túnel de 9,43 metros de diámetro exterior. Algunas de esas estaciones se convertirán en  galerías y posiblemente museos de arte para la comunidad.

Jaqueline Simba, es ama de casa y vive cerca de la nueva estación, sobre la avenida Cinco de Junio. Tras observar el avance de la obra confía en dejar de utilizar su auto cuando empiece a operar el transporte subterráneo. “Yo viajaría en el Metro por varias razones, pero las más importantes son el ahorro de tiempo y   la ayuda al medio ambiente”.

Jacinto Quishpe es comerciante y trabaja en la Villaflora. Su vivienda está cerca, en el sector de El Camal,  y considera que los barrios más alejados también deben acceder a un sistema de transporte de calidad y seguro, por lo que demandó la incorporación de más líneas de buses para su zona.

La segunda fase del Metro, que comprende la construcción del túnel, de otras 13 estaciones y del sistema eléctrico mecánico, está en análisis. Siete empresas nacionales e internacionales presentaron su propuesta y los responsables del proyecto estudian su experiencia y propuestas. Se espera que a inicios de  septiembre el Cabildo defina cuáles serán las empresas que ejecutarán la obra en 2014.