Entre las desventajas están los altos precios de los productos comparados con los de otros sitios
El mercado de Iñaquito es la tienda de confianza de los chefs de Quito
Un costal lleno de paprika, enormes frascos de nuez moscada, curri y azafrán se enfilan en los pasillos del mercado Iñaquito, ubicado al norte de Quito.
Al caminar por los corredores de este centro de distribución mayorista es imposible pasar por alto la gran variedad de productos que se ofrecen a los clientes. Mariscos, flores, frutas, papas, pollos, verduras, especias, lácteos y hierbas hacen que los chefs quiteños sean asiduos ‘caseros’ de ese centro de abastos.
Por ello, es común ver comprando a chefs, quienes encuentran en este lugar -que tiene 55 locales- productos que no hallan en otros sitios. Por ejemplo, el chef-instructor Guido Proaño envía a sus estudiantes a comprar los alimentos allí por la variedad en productos nacionales y extranjeros, como los ajíes y las especias.
“Allí encuentran de todo aunque sus grandes competidores son los mercados Mayorista y San Roque, ubicados en el sur y centro”.
A criterio de Proaño, el mercado de Iñaquito necesita más organización, “aunque ya es un referente de los mercados de la capital”.
El centro de abastos funciona desde 1985. Aunque no es tan antiguo, comparado con otros centros de distribución como El Mayorista, se ha catapultado también como uno de los principales puntos de venta al por mayor. Por eso desde hace varios años los comerciantes han trabajado para posicionar en Quito al centro de abastos.
César Arboleda, secretario de la Asociación de Trabajadores del mercado, cree que el talento humano es importante para esa dinámica. Los comerciantes han sido parte de charlas, cursos y talleres sobre turismo, ventas y atención al cliente. La imagen del mercado cambió, incluso en este lugar se ofrecen charlas de alimentación saludable. Las ‘caseras’, con frutas y verduras, enseñan a sus clientes a comer sano.
Una de las compradoras frecuentes es Magdalena Pico, dueña de un restaurante en la avenida 10 de Agosto. Desde hace 10 años visita el mercado y lo hace por 2 motivos: cercanía y variedad.
Para el chef Proaño, la ubicación del mercado es estratégica, pues está cerca de las avenidas 10 de Agosto, Naciones Unidas y Amazonas, que constituyen el sector financiero de la capital.
Con 18 años de experiencia, el chef Juan Sierra asegura que en este lugar se pueden encontrar productos sanos y frescos. “Una desventaja es que está destinado al consumidor pequeño. Así mismo se debe bajar el costo de los productos”.
Allí también se puede adquirir licores y conservas, especialmente de Chile, Colombia y Perú.
Según Laura Saltos, comerciante del lugar, los clientes llegan atraídos por la variedad de ají seco y de sal prieta. Estos ingredientes los usan para preparar platillos del Perú como lomo salteado, papa a la huancaína y ají de gallina.
Jaqueline Bravo, vendedora del lugar desde hace 15 años, comentó que algunos cocineros llegan al sitio para comprar frutas deshidratadas como cáscara de naranja, durazno y mango verde y así preparar postres internacionales. Sin embargo, hay expertos del arte culinario que eligen otros mercados. Ese es el caso de Carlos Gallardo, embajador de Marca País Productos del Ecuador. Para él, San Roque sigue siendo el mejor centro de abastos de la capital. (I)