Según el Municipio, existen alrededor de 12 mil vendedores autónomos
El comercio informal ocupa más calles de Quito
La venta informal es un problema social y económico que enfrenta Quito. Es común observar en las calles de la ciudad a cientos de comerciantes que ofertan todo tipo de productos sin ningún control.
El Centro Histórico es uno de los sectores de la capital donde se registra un mayor número de comerciantes autónomos. Una situación parecida ocurre al exterior de los mercados de San Roque, Mayorista, Central, Chiriyacu, etc.
En ocasiones, los comerciantes se apoderan de las veredas e instalan carpas, un caso de ello es la av. Michelena (sur) que se encuentra rodeada de rudimentarios templetes en los que se comercializa ropa, comida, zapatos, música y más.
La av. Lizardo Ruiz, en Cotocollao (norte) tiene una situación similar, durante la tarde y noche, los vendedores se toman este espacio para vender su mercancía.
Según analistas, el comercio informal responde a una necesidad de trabajo, por eso, este grupo de personas está conformado por niños, jóvenes y ancianos, quienes ven en las calles una oportunidad de supervivencia.
En los últimos años, el comercio informal ha tenido un considerable incremento. Aunque, el Municipio implemente procesos de regulación, con el fin de mantener el orden en las calles y mercados, la venta no se reduce. Incluso los comerciantes reclaman que los métodos del Cabildo, en varias ocasiones, son violentos, puesto que los miembros de la Policía Metropolitana maltratan a las personas.
Los comerciantes no se oponen a ser regularizados, piden que el Municipio les otorgue sitios seguros para su trabajo.
En 2015, el Municipio entregó más de 1.039 permisos a los comerciantes autónomos que se han capacitado para ser regularizados. Estos corresponden a comerciantes considerados históricos. (I)