El sistema Caja Común empezó a regir esta semana de manera obligatoria para el transporte público. Según datos del Municipio, de las casi 3.000 unidades que circulan en la ciudad, 2.100 son buses privados, los que están integrados en 62 operadoras. Y de ellas, aproximadamente 34 compañías se acogieron al sistema hasta el 31 de diciembre pasado; es decir, que más del 60% de las unidades ya se ha integrado al sistema de recaudación.

Este consiste en reunir lo recaudado durante el día por cada uno de los automotores en un solo fondo y distribuirlo, quincenal o mensualmente, entre los integrantes de la cooperativa de manera equitativa, de acuerdo con criterios como función, horario y tiempo de trabajo. La recaudación monetaria se coteja mediante la entrega de tiquetes de papel a los usuarios. El principal objetivo de este sistema es eliminar la competencia que se genera en las vías para ganar pasajeros.

En tanto, otras 22 operadoras presentaron la documentación requerida antes del plazo y en 3 semanas podrían integrarse al sistema, con lo que 56 cooperativas (90%) formarán parte de él.

Según la Secretaría Metropolitana de Movilidad, 6 cooperativas no presentaron los requisitos correspondientes o manifestaron no querer ser parte del proyecto. Ante ello, el alcalde Augusto Barrera reiteró ayer que las compañías que no se integren serán sancionadas con el retiro del permiso de circulación, por lo que no podrán operar.

“Procederemos conforme a la ley y si no ingresan al modelo, nosotros les suspenderemos los permisos de operación. Tuvieron todo el tiempo, todos los talleres necesarios, donde se les explicaron todas las ventajas, y se les terminó el plazo. Reconoceremos a las compañías que son parte del sistema y que las que no, ni piensen que van a seguir operando en el actual caos; en Quito no podrán hacerlo”, sostuvo Barrera.

Según la autoridad, la Caja Común generará beneficios concretos a la ciudadanía tales como el mejoramiento integral del servicio de transporte público; además, se contará a partir de ahora con una base de datos con el número de usuarios y de rutas; asimismo, el modelo optimizará la operación del sistema mediante el fortalecimiento de los mecanismos empresariales. Del mismo modo, se pretende crear un sistema de transporte urbano unificado, en el que se pagará mediante una tarjeta recargable que servirá para todas las unidades.

El Burgomaestre resaltó que Quito es una de las primeras ciudades del país en poner en marcha este nuevo modelo de distribución de ingresos, el que está establecido en la Ley Orgánica de Transporte Terrestre y en la Ordenanza municipal 194.

Con el fin de popularizar el esquema, desde hace varios meses, el Municipio ha realizado una serie de actividades tales como talleres de capacitación para que cada una de las 62 operadoras conozca el modelo y los beneficios que el mismo traerá tanto a pasajeros, conductores como a dueños de las unidades.

Alrededor de 400 buses del servicio de transporte municipal ya eran parte del sistema.