Dos parapentistas venezolanos fueron rescatados de una quebrada
Un vaso con agua fue suficiente para calmar el susto que sufrieron la mañana de hoy, domingo 23 de julio, dos parapentistas venezolanos que se estrellaron contra unos matorrales.
El hecho se registró en una quebrada a la salida del Túnel Guayasamín, en el sector de Bellavista, al norte de Quito.
Lorenzo Terán (21 años) y Álex Parra (34) son dos extranjeros que vinieron a conocer Quito. Ellos se asombraron de las montañas capitalinas, por lo que se animaron a realizar una travesía en parapenti.
Ellos salieron desde la avenida Simón Bolívar con dirección hacia el oeste, pero no imaginaron que el viento de verano les provocaría una caída.
Álex recordó que alrededor de las 10:30, se encontraban durante una planeación con el respectivo equipo de paracaidismo. "El clima era perfecto para esta actividad. El sol, la temperatura, el calor hasta que de repente las cosas se salieron de control cuando el viento nos llevó fuertemente", recordó el extranjero.
Los hombres cayeron a pocos metros de una vivienda en donde habitan ocho hogares. Antonio Estrada, jefe de familia de una de las casas, contó que los integrantes de los domicilios estaban en el patio aprovechando la mañana de sol.
En ese instante se percataron que los extranjeros pasaron cerca del lugar. Incluso les saludaron con las manos. Segundos después una ráfaga de viento los llevó hasta las ramas.
Inmediatamente, los moradores del sitio bajaron a la quebrada; con la ayuda de machetes rompieron los paracaídas y los sacaron.
Pocos minutos después llegó el equipo de paramédicos, luego de una llamada de emergencia.
Cristian Rivera, vocero del Centro de Operaciones Especiales (COE) Metropolitano, indicó que los ciudadanos no sufrieron heridas. La emergencia fue asistida por ocho efectivos, una unidad de rescate y una ambulancia. Bomberos practicó una evaluación médica.
Los venezolanos fueron trasladados en una ambulancia. Ellos recogieron todo su equipo que lo guardaron en sus mochilas. Tras agradecer por la hospitalidad de los ecuatorianos, reconocieron que ese instante fue solo un susto. "Seguiremos surcando los cielos, porque es nuestra pasión”, comentó Álex. (I)