La Empresa Metropolitana de Rastro (EMR) implementa desde octubre pasado, un proyecto para la obtención de energía mediante el uso de los residuos que genera el Camal Metropolitano (suroccidente) luego del faenamiento del ganado bovino, porcino y ovino.

Por ello, se inició la construcción de un biodigestor (ver gráfico) destinado a la producción de gas metano a partir de la descomposición de los residuos que genera la digestión de los animales y que son obtenidos tras su sacrificio.

Participan en el proyecto, además de la EMR, la Empresa Eléctrica Quito y el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable.

Con la recuperación de la energía a través del biodigestor se espera calentar el agua que se utiliza para el aseo de los productos e instalaciones, con el fin de que exista un ahorro de gas licuado de petróleo (GLP), combustible con el que actualmente se opera.

Esteban Arroyo, director de producción de la EMR, explicó el proceso de generación de este combustible orgánico. “Se recolecta el contenido ruminal (los residuos de las vísceras) y se lo coloca en una piscina cubierta por una geomembrana. Ahí se acumulará el gas metano producido por la descomposición, el cual es considerado un recurso renovable”, dijo.

El proyecto también producirá el biofertilizante llamado biol, obtenido de los restos sólidos del procedimiento de generación de gas. “Lo sólido nos sirve como un fertilizante agrícola, es muy bueno para las florícolas”, sostuvo Arroyo.

Diariamente, la piscina de recolección recibe 4 metros cúbicos (m³) de residuos. La capacidad del tanque es de 20 m³ y para que se genere el gas, los desechos deben estar almacenados de 2 a 3 meses.

Se espera tener los primeros resultados aproximadamente en febrero o marzo.

La Empresa de Rastro y sus contrapartes estatales esperan que en un inicio se logre el ahorro de un 10% del combustible requerido para generar energía calórica.

Pero antes, es necesario que se realicen más pruebas de la utilización del metano en diferentes áreas del Camal.

Este no es el único proceso ambiental emprendido en el lugar, pues desde hace más de 5 años funciona la planta de tratamiento de aguas residuales, que limpia los líquidos para que estos puedan ser desechados a través de la red de alcantarillado.

Adicionalmente, la entidad municipal tiene en carpeta proyectos como la creación de un separador de sólidos y la ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales.

De igual manera, la EMR pretende obtener este año la certificación de sistemas integrados de gestión de calidad mediante los ISO 22.000 (inocuidad alimentaria) y 14.000 (tratamiento ambiental), por su método de faenamiento.

En el sitio se despostan diariamente 400 animales.