Desde las 04:00 de ayer, alrededor de 500 propietarios de volquetas se estacionaron en un tramo de aproximadamente 4 kilómetros de la av. Simón Bolívar. La protesta, que no perjudicó la circulación por la vía, tuvo lugar a la altura de la escombrera El Troje 4 (en el suroriente de Quito).

Pancartas colocadas en las unidades contenían leyendas como “Rodas no pisotee nuestro esfuerzo” y “Respeto al trabajo de las volquetas”. Los manifestantes exigían que el alcalde de la capital, Mauricio Rodas, reciba a una comisión, cuyos integrantes le plantearían 2 reclamos.

El primero se refiere al incremento del precio de la descarga de material en las escombreras capitalinas.

Marco Ortiz, uno de los dirigentes, recordó que hasta el año 2014 el Municipio les cobraba “$ 2,50 por depositar en las escombreras el contenido de una volqueta, pero ahora ese valor se encuentra en $ 5,20”.

Ortiz recordó que las alzas paulatinas son por un proyecto de la actual Alcaldía que prevé reajustar los costos del uso de las escombreras hasta cerca de $ 9 por vehículo.
El directivo dijo que esta situación no se compadece con la crisis que vive el país y que ha reducido la actividad laboral.

El gremio también reclama que sus integrantes no han sido tomados en cuenta en las grandes obras de infraestructura que se construyen en la ciudad, en especial para   desalojar material del Metro.

Fidel Castro, otro dirigente, denunció que en lugar de ser contratados de forma directa se ven obligados a negociar con intermediarios en lo que denominó como “tercerización laboral”.

Según Castro, estas personas les ofrecen pagar $ 0,11 por kilómetro transportado cuando ellos conocerían, en base a un estudio, que el precio real es de $ 0,18.

Una comitiva se dirigió, a partir de las 11:00, a la Plaza de la Independencia para respaldar a un grupo de dirigentes que tenía previsto reunirse con el alcalde.

Allí, los transportistas se unieron con grupos animalistas que se manifestaban en demanda de que la Alcaldía acelere el tratamiento de la propuesta ciudadana para que se prohíban los espectáculos en los que se maltratan animales.

La propuesta fue planteada por el colectivo Diabluma en julio del año pasado y debatida por primera vez por el Concejo en noviembre. Ocho meses después, la comisión especial creada para analizar el tema volvió a reunirse para sistematizar los aportes de los concejales.

Y en 15 días se realizarían mesas de trabajo para complementar el debate sobre el tema. Mientras tanto, los vecinos de San José del Condado mantenían hasta ayer su decisión de manifestarse una vez a la semana en contra del proyecto Quitocables.

Los ciudadanos protestaron el miércoles en demanda de claridad respecto a supuestas expropiaciones que tendrían lugar en el barrio para dar paso a la obra.

Asimismo, los habitantes de Quitumbe prevén realizar, desde las 20:00 de este viernes, una marcha de antorchas. El objetivo es exigir que se cumplan las normas municipales que prohíben la instalación de nuevos negocios de diversión nocturna en la zona. (I)