Alrededor de las 12:05 de ayer, Andrew OBrien, director general de la concesionaria del nuevo aeropuerto de Quito (Quiport), y William González, gerente de Ingeniería, dieron la orden para el inicio del movimiento de tierras para la ampliación de la terminal.

Según OBrien, se prevé que la obra física esté concluida en el verano del año próximo, aunque no especificó una fecha. Los trabajos consisten en la creación de un pabellón adicional de dos plantas con salas de preembarque, aumentando así en un 70% su número. Con ello, de acuerdo con las autoridades, se planea incrementar la capacidad de atención de pasajeros en alrededor de un 51% en horas pico.

En el espacio también serán habilitadas dos mangas de embarque, que se sumarán a las 10 ya existentes. La llegada al país de esos aditamentos está prevista para diciembre de 2014, pues su construcción se realiza bajo pedido. Por ello,  la operación a toda capacidad de las nuevas instalaciones ocurriría en aquella época.  

En total, para construcción y equipamiento se invertirán alrededor de 15 millones de dólares, indicó el gerente de Ingeniería.   

El objetivo de Quiport, según Luis Galárraga, funcionario de comunicación de la compañía, será atender básicamente la demanda de los pasajeros de vuelos nacionales. Y el director general de la concesionaria añadió que se busca mejorar, sobre todo, el servicio a la gran cantidad de personas que llega en vuelos internos en horas de la madrugada. No obstante, según OBrien, en caso de que las circunstancias lo requieran, se podrá derivar hacia la extensión de la terminal también a pasajeros de rutas internacionales.

Durante la rueda de prensa dada ayer en las instalaciones del aeropuerto capitalino, se anunció que esta fase de ampliación, denominada como 2A por Quiport, incluirá además el incremento de la capacidad de atención a los vuelos de carga.

Así, se ampliará también la plataforma de carga, otorgando mayor espacio de estacionamiento y abastecimiento a las aeronaves que transportan productos hacia otros puntos del planeta.

Así se planifica, por ejemplo, que para la época de San Valentín y el Día de la Madre de 2015, exista casi un 28% más de capacidad de embarque de flores hacia mercados como los de Estados Unidos, Europa y Rusia.

Por otro lado, OBrien aclaró que en las actuales circunstancias (el flujo de pasajeros del exterior creció 15% en ocho meses) no será necesaria la construcción de una nueva pista de aterrizaje durante al menos los próximos 10 años.