$ 37 millones costará remodelar y reubicar mercado San Roque
Dos proyectos de intervención y reubicación se ha destinado a los comerciantes del mercado San Roque. El primero contempla la reestructuración y repotenciación del centro de abastos ubicado en el Centro Histórico. Mientras que el segundo comprende la construcción de un nuevo mercado que estaría ubicado en el sector Carapungo (norte).
En la actualidad el centro de abastos alberga a 2.800 vendedores, pese a que la capacidad del mismo es para 950. Esto ha hecho que las condiciones en las que se expenden los víveres no sean las mejores.
En las dos propuestas se albergaría a todos los comerciantes registrados y que históricamente pertenecen al centro de abastos. Una vez que se intervenga la infraestructura del actual mercado, en este se podrán ubicar 1.200 comerciantes. En cambio, en la segunda propuesta, que será la edificación del Mercado Mixto del Norte, se reubicaría a los demás vendedores.
Según Alioska Guayasamín, coordinadora de la Agencia Distrital del Comercio, la propuesta nace también como pedido de los comerciantes que se acercaron hasta el Cabildo para solicitar a las autoridades que los reubiquen en otros sitios, ya que sus ventas han bajado en San Roque por varios factores.
Cinco de las 21 asociaciones serían las que habrían llegado a un acuerdo con el Municipio para ir hasta el norte de la ciudad. Este mercado estará situado en la avenida Simón Bolívar, a escasos metros de la entrada al sector de Carapungo.
La infraestructura del centro de abastos llega a 60.000 metros cuadrados, en los que habrá espacio para que los comerciantes mayoristas, minoristas y feriantes, estén en un mismo espacio. Así también, contará con un gran supermercado en el que habrá servicios complementarios, como bancos, entre otros. Se prevé que la construcción empiece en 2014 y que en julio del mismo año opere.
Por su parte, la propuesta de remodelación de la actual infraestructura de San Roque inició con la contratación de una consultoría de técnicos españoles, quienes levantan información de los vendedores sobre las aspiraciones del mercado. Los resultados serán entregados en esta semana.
El proyecto, además, contempla la regeneración vial de las calles Loja, Cumandá y Mariscal Sucre, que en la actualidad están tomadas por los comerciantes. El inicio de obras también serían en enero de 2014. Con esta, el mercado pasará de ser mayorista a sectorial.
La inversión en ambos proyectos es de aproximadamente 37 millones de dólares.
Sin embargo, para Galo Guachamín, presidente del centro de abastos, el proceso de reubicación no será fácil porque la decisión de salir del sitio no se la consultó con las bases de las cinco asociaciones. “El grupo que dice que quiere salir ha hablado con los dirigentes, pues la mayoría de comerciantes ha dicho que no quiere salir del mercado”.
Reconoció que en las condiciones que venden no son las mejores y que es necesaria la intervención integral que está a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), y que llena de expectativas a los vendedores porque mejorarán la atención.
El mercado tiene más de 30 años de vida y es el segundo más grande de la ciudad. Atiende a alrededor de 200.000 clientes semanalmente. Hasta el lugar llegan compradores del norte y sur de la urbe. Germania Calderón, quien vive en el barrio San Martín de Porres (sur), comentó que uno de los problemas que tiene a la hora de comprar es la inseguridad, por lo que espera que la remodelación sea una realidad.
La propuesta de recuperación de la zona abarca 11 puntos, entre los que consta: diálogo con los comerciantes, los temas arquitectónicos, verificación de catastros, negociación con los vendedores, aclaración de temas legales, la capacitación permanente, el control a los vendedores que se ubican en la calle, mejoramiento de los temas socioambientales, seguridad y movilidad.
Hasta que se ejecuten las dos grandes obras, el Cabildo trabaja en aspectos pequeños que ayudan a mantener la infraestructura que está deteriorada, como el mejoramiento del alcantarillado, de los sistemas eléctricos, cambio de cubiertas, adecuación de muros, limpieza, entre otros. En estos trabajos se han invertido 320.000 dólares.
Además, en un lapso de dos meses se construirá en la zona una Unidad de Policía Comunitaria que estará integrada por 12 uniformados y contribuirá a la seguridad.
También, se instalará un contenedor de desechos que recogerá la basura generada por los 2.800 vendedores.