30 centros para la capacitación y el esparcimiento
A las 15:00 empieza a sonar la música al interior del Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) de La Tola. Unas 30 mujeres bailan al ritmo de merengue, salsa o reggaetón. La bailoterapia es una de las actividades que se realizan en los 30 CDC construidos en la capital, con el propósito de recuperar el espacio público y fomentar la vida comunitaria.
Según Fernando Cobos, administrador del CDC de San Diego, en el Centro Histórico, las casas barriales, administradas por los comités de barrios, se alquilaban para eventos sociales y no estaban al servicio de la comunidad.
En los CDC, en cambio, se trabajan cinco ejes: educación, cultura, microempresa, tecnología y deportes. Allí se brinda apoyo escolar desde las 14:00, con 30 minutos de actividades recreativas. Los niños se agrupan de acuerdo con su edad y una maestra refuerza sus conocimientos en matemática y lenguaje.
En tecnología se imparten talleres de computación y edición de video. En el área de deportes no solo se practica bailoterapia, sino también danza, capoeira, ajedrez y defensa personal.
María (76 años), moradora de El Panecillo, acude al CDC de San Diego para recibir el curso de tejido y bailoterapia. “Esta actividad me alegra porque tengo a dónde ir y amigas con quienes compartir”, comenta.
Lucy Salazar, a sus 54 años, tomó un taller de edición de video. “Yo no desaprovecho la oportunidad de coger varios cursos porque todo es gratuito”, precisa. Entre los talleres que se dictan están: electricidad básica, electricidad automotriz, organización del hogar, cocina, belleza, serigrafía, cosmetología y reciclaje.
Ayer se inauguró el CDC número 30 en la ciudadela Atahualpa, en el sur de la capital. La inversión realizada fue de 381 mil dólares, aproximadamente, sin contar con el equipamiento y mobiliario. En las instalaciones hay un centro de cómputo y áreas para apoyo escolar, inglés, taekwondo, además de una plazoleta para eventos culturales.