14 mil autos han calibrado sus taxímetros con las nuevas tarifas, pero no los usan
Los taxistas de Quito reclaman la capacitación ofrecida por Rodas
El pasado viernes por la noche, Rita Montenegro, de 22 años, tomó un taxi en la avenida Colón, en el norte de Quito, para dirigirse a su casa ubicada en sector de El Inca.
Durante el trayecto se percató de que el conductor no había encendido el taxímetro. Ante el reclamo de la pasajera, el chofer le dijo que la carrera le costaría mínimo $ 8, pues su auto era nuevo y aún no calibraba el taxímetro. A la altura de la avenida Naciones Unidas, le indicó molesto que si no aceptaba el costo era preferible que se baje.
Rita, aunque indignada, se resignó a pagar el valor impuesto por el taxista. Al llegar a su destino, al momento de bajarse, le dijo que lo denunciaría a las autoridades, frente a lo cual el taxista le contestó diciendo: “No sea tacaña, que mi trabajo es de riesgo en la noche”.
Otro inconveniente que los usuarios de taxis siguen denunciando es que los conductores no aceptan llevarlos a donde solicitan. Ese fue el caso de una moradora de la Urbanización Jardín del Valle, ubicada al suroriente de la capital, quien luego de someterse a una cirugía menor en el Hospital Vozandes pidió a un taxista que la llevara a su domicilio. Su indignación fue grande cuando el chofer se negó bajo el argumento de que solo hace carreras en la zona norte.
Estos son algunos de los casos que a diario viven algunos usuarios de taxis, a pesar de que el Municipio quiteño hace 3 meses aprobó las nuevas tarifas del gremio amarillo: la carrera mínima pasó de $ 1,00 a $ 1,45; y el arranque es de $ 0,50. Antes de la propuesta municipal un taxi arrancaba con $ 0,35. Por cada minuto de espera se cobrará $ 0,10.
Uno de los compromisos para que el Concejo Metropolitano incremente los valores de las carreras fue que a cambio los taxistas mejorarían la calidad del servicio y usarían el taxímetro las 24 horas del día.
El Cabildo, en la sesión de aprobación de la norma, decidió que los conductores serían capacitados a través de talleres para servicio al cliente. Incluso la vicealcaldesa de Quito, Daniela Chacón, dijo que se les dictaría un curso de inglés para que puedan tratar con los turistas.
Carlos Brunis, presidente de la Federación de Cooperativas de Taxis de Pichincha, comentó que hasta el momento el Cabildo quiteño no ha establecido un método para implementar los talleres de capacitación de calidad de servicio.
“Nosotros le hemos dicho al alcalde, Mauricio Rodas, que ya es hora de coordinar las capacitaciones de servicio al cliente, porque es un compromiso del Municipio y el gremio. Hasta el momento no avanzamos con el tema, esperamos que el Municipio nos ayude, pues incluso les dijimos que tenemos la infraestructura necesaria para empezar los talleres, pero el Cabildo es el encargado de contratar a los profesionales en talento humano”, dijo.
Brunis aclaró que el 7 de octubre de 2014, en la primera reunión entre el Municipio y el gremio, Rodas le manifestó que necesitaba taxistas preparados para impulsar el turismo en la ciudad, de allí que el burgomaestre, incluso, se comprometió en ejecutar capacitaciones.
Con respecto a la calibración de taxímetros, alrededor de 14 mil vehículos ya están listos. En ese sentido, la mayoría de autos se encuentran homologados con las nuevas tarifas, pese a ello, algunos conductores prefieren no usarlos e imponer las tarifas.
Finalmente, Brunis indicó que el gremio está coordinando con Fausto Cayambe, asambleísta de PAIS, para definir las condiciones laborales de los choferes de taxis, puesto que su forma de trabajo y horario son diferentes y se están buscando alternativas para reforzar el tema de la Seguridad Social. “Necesitamos una metodología para reglamentar y beneficiar a los conductores”, dijo. (I)