Cuidado de las fuentes hídricas actuales y búsqueda de nuevas; reducción de pérdidas; monitoreo de la calidad del producto y descontaminación de las aguas servidas resumen el trabajo municipal sobre el recurso, en palabras de Otton Zevallos, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps).

Ello porque, según el alcalde Augusto Barrera, su administración cambió el enfoque de la entidad por una visión más integral. Sobre ello recordó que incluso se cambió la denominación del organismo de “empresa de agua potable y alcantarillado por agua potable y saneamiento”. Lo dijo el 26 de noviembre, durante la suscripción del contrato para la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales en el sector Quitumbe.

En total, de acuerdo con Zevallos, la entidad ha invertido en agua y saneamiento 28,2 millones de dólares en obras durante este año.

Como parte de eso, el organismo recibió el viernes pasado el certificado de cumplimiento de la norma Inen 1108:2011 sobre calidad de agua, correspondiente a entre septiembre y noviembre por la certificadora SGS del Ecuador.

Los análisis de tipo físico-químico, microbiológico, de sustancias orgánicas y plaguicidas se realizaron en muestras tomadas en 18 plantas de tratamiento del Distrito. De acuerdo con la Epmaps, a septiembre el índice de calidad del líquido  registró un nivel del 99,97%.

Por ello Rina Artieda, directora del área de comunicación de la empresa municipal, aseguró que en la actualidad ha perdido sentido comprar agua embotellada.

Al respecto, Elena Encalada, moradora del barrio Andalucía (norte), dijo que el uso directo del producto que sale por las llaves “es una cuestión de costumbre y cultura. En países como EE.UU. y los europeos es algo normal”.  

Sobre dotación de agua, entre otras obras se completaron las  redes de distribución en las zonas altas del Camal Metropolitano (suroriente). Asimismo, se inició la ejecución de la línea de conducción Paluguillo-Tumbaco, que beneficiará a 120 mil habitantes y se prevé que  opere desde mayo de 2014 tras una inversión de 6,9 millones de dólares.  

En cuanto a la generación de nuevas fuentes, el Cabildo concluyó el diseño de las fases 1 y 2 del Proyecto Ríos Orientales, con el que se prevé asegurar la dotación regular del servicio hasta  2050 e incluso 2100 con 17 m³ por segundo adicionales.

Así también, la Epmaps trabaja contra los efectos del Calentamiento Global. Y con ese fin, aseguró Zevallos, se continuó con el mantenimiento de las fuentes de agua que abastecen al cantón. Previamente, en 2011, la empresa compró las haciendas Antisana y Contadero Grande, con una extensión total de 6.400 hectáreas que conforman el 60% de la cuenca que aporta al proyecto Mica-Quito Sur.

En lo que tiene que ver con el tema de reducción de pérdidas, tanto las de tipo técnico como las de distribución se ubican alrededor del 28%, según datos del Municipio, frente a los promedios latinoamericanos que superan el 40%.

Para ello, afirmó el ejecutivo, se han emprendido campañas de concienciación y se han instalado  micro y macromedidores de presión a través de la red de distribución.

Finalmente, este año se han producido los primeros pasos en el establecimiento de un sistema global de descontaminación de los ríos y quebradas de la ciudad y sus parroquias. Para ello, se han  instalado tuberías de interceptación de aguas negras en las quebradas, las que conducirán el líquido hasta las 9 plantas de limpieza previstas para construirse en los próximos años.

La de más próxima ejecución es la de Quitumbe, cuya construcción requerirá 12,3 millones de dólares y empezaría a operar a fines de 2015.