La capital cuenta con la primera planta de producción de energía eléctrica a partir del biogás, generado a partir de la descomposición de la basura de la urbe.

En enero de 2016 se implementó,  a través de una alianza público-privada con la empresa GasGreen, la primera fase del proyecto de generación de energía eléctrica en el relleno sanitario ubicado en El Inga.

Este año arrancó la segunda fase del proyecto y así se completó la instalación de 5 generadores eléctricos con una potencia de 5 megavatios (MW) por hora.

Ayer, durante la inauguración, Santiago Andrade, gerente general de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS-EP), dijo que el biogás está compuesto 55% de metano y 45% de dióxido de carbono (CO₂), dos de los gases más contaminantes de efecto invernadero.

“Lo que vamos a producir básicamente es el equivalente para dar energía a 25 mil hogares al año. Son 26 millones de metros cúbicos de biogás, lo que equivale a 250 mil toneladas de CO₂”.

El líquido que elimina la basura producida por Quito (2 mil toneladas al día) se almacena en cubetos herméticos equipados con una geomembrana de 1,8 milímetros para evitar que se filtre.

A su vez, en la planta hay tuberías de alta presión y temperatura, las cuales captan todo el gas de la descomposición. La inversión en esta planta bordea los $ 13 millones.

La secretaria metropolitana del Ambiente, Verónica Arias, dijo que de esa manera desciende la huella de carbono que produce la ciudad  y que se genera, básicamente, por la combustión de gasolina y diésel y la descomposición de desechos. (I)