Especial coronavirus
Víctimas viven en ambiente de tensión
Desde el 17 de marzo de 2020 Ecuador se ha visto involucrado en la crisis sanitaria por el covid-19, que ha traspasado todas las fronteras a nivel mundial, obligándonos a asumir un estado de excepción y limitando la circulación a escala nacional.
Las medidas tomadas han sido progresivas y cada vez más rígidas, como la suspensión de servicios públicos y privados, la suspensión de clases y el cierre parcial del servicio de transporte.
Para unos ha sido la oportunidad de reencontrarse, desconectarse, lo han tomado incluso como una invitación para estar en casa, pero no todos viven la misma realidad. Esta crisis también nos ha enfrentado a problemáticas sociales, como la pobreza, las adicciones y la violencia de género, que están en aumento.
El encierro y aislamiento generan que las víctimas vivan la cuarentena en un ambiente de tensión con sus agresores, sin redes de apoyo cercanas que les ayuden a denunciar, sin personas a las que puedan tener contacto para recibir acogimiento.
Las mujeres están siendo maltratadas y violentadas, aunque dentro de tratados internacionales, como el de Belem do Pará, la Constitución de la República y el Código Orgánico Integral Penal, se ampara y garantiza los derechos de las mujeres. Actualmente la realidad que se percibe es otra.
Las instituciones del Estado han priorizado de forma absoluta la crisis sanitaria y se ha dejado de lado la protección de las víctimas de violencia intrafamiliar.
Como vocera del colectivo Creando Juntas tengo conocimiento de que es mucho más complicado realizar un acompañamiento virtual, conseguir comunicarse con la Policía, el ECU-911, abogados patrocinadores, que los agresores no identifiquen que las víctimas están dando aviso de lo que sucede dentro de casa.
La limitación de circulación por el toque de queda dificulta más el trabajo de las entidades del Estado. Todos los días se reciben casos de violencia de género. Ante esta situación, las fundaciones Desafío y Creando Juntas trabajan en la campaña nacional #LoQueLasMujeresTenemosenComún para visibilizar esta problemática.
Son más las organizaciones que deben involucrarse en este tema social, que dejará secuelas, traumas y afectaciones físicas. Buscar ayuda de movimientos feministas, de redes de apoyo familiares por medios de comunicación; si se trata un hecho de flagrancia acuda a unidades de flagrancia, al UPC más cercano al domicilio en caso de emergencia; si el agresor no deja que la víctima salga, comuníquese urgente al ECU-911, explique la situación y dé la dirección del domicilio. Evite, dentro de la casa, contacto con el agresor. (O)