Covid y Desigualdad
Resulta acelerado determinar el escenario actual de pandemia mundial como una nueva normalidad, porque en ninguna dimensión que involucra al ser humano la desigualdad podría considerarse como tal. En este contexto las disputas por el poder en el sistema internacional marcan el camino del dilema de América Latina.
Según las cifras del Center for Systems and Engineering, el mundo tiene 34.986.505 casos confirmados de COVID, 1.034.538 muertes globales de las cuales Estados Unidos registra 209.610 y China 4.739. A todo esto, el impacto de la pandemia ha potenciado el conflicto global, entorno a las posibilidades pragmáticas del multilateralismo, atado de facto para la región a la competencia permanente entre Estados Unidos y China.
Disputa que hace muchos años ya no se libra solo en el terreno de lo comercial, sino en el campo geopolítico y tecnológico. Una muestra de esta carrera librada por décadas se refleja en el Indicador de publicaciones de patentes por tecnología en Farmacéutica de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual: en 1980 China registró 1 patente y Estados Unidos 3.278, mientras que en el 2018 China tuvo 36.733 y Estados Unidos 28.480.
El desafío para los organismos multilaterales se sitúa en generar respuestas globales para una pandemia del mismo orden. De nada sirve una competencia por desarrollar vacunas si las patentes no son abiertas. Esto podría afectar el acceso y América Latina tendría que lidiar con las compras anticipadas y la falta de recursos. Así, esta pandemia ha revelado las debilidades estatales profundas en su capacidad o interés de cooperar para el bienestar colectivo.
En este contexto América Latina tiene una baja inversión en investigación y desarrollo, que según CEPAL llega al 0.7% del PIB de la región. Además, la desigualdad que ya era evidente en la región se profundizará, CEPAL establece que la pobreza extrema aumentará de 68 a 96 millones. En efecto, los Estados de la región son vulnerables ante esta pandemia global para la que no habían planificado, ni ahorrado. Sin embargo, es urgente, aunque poco probable que América Latina cure sus fracturas y coopere para tener una respuesta regional. No es posible avanzar con una gramática de la improvisación y el miedo. (O)