El correísmo captó el descontento
En la historia política de Ecuador, la gente se ha expresado a través de partidos políticos, movimientos sociales, y actualmente, incluso de modo espontáneo, coyuntural y fragmentado, debido a la crisis de representación, el deterioro del sistema institucional democrático y las nuevas sensibilidades que abrazan nuevos actores sociales.
Es incluso por esas razones que se expresa el hartazgo y alejamiento de la política y sus aparatos de representación. El correísmo fue capaz de conducir la participación política de la sociedad polarizándola y utilizando a su favor el rechazo colectivo acumulado durante décadas, y, acogiendo en su discurso y propuesta, las viejas y las nuevas demandas.
Esta estrategia de polarización moviliza la activación política. Con una campaña de comunicación permanente tan impecable como perjudicial, el correísmo generó niveles de antagonismo irreconciliables que aún mantienen fe en el liderazgo Correa, responsable del deterioro económico, institucional de la democracia ecuatoriana en la última década, y de la apertura al golpismo, la desestabilización, la violencia y la corrupción. (O)
Gustavo Isch
Politólogo