Captar una mayoría en la Asamblea Nacional es el objetivo de las organizaciones políticas de oposición en las próximas elecciones.

El anuncio más directo lo hicieron en enero pasado, en Cuenca, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot (PSC-MG); el prefecto de Azuay, Paúl Carrasco (Podemos); Guillermo Celi (SUMA); Ramiro González (Avanza); y Marcelino Chumpi, prefecto de Morona (PK), cuando dieron vida a la llamada Unidad.

Nebot, en su discurso, admitió la necesidad de una mayoría legislativa, para que “la próxima Asamblea cumpla con su papel”. Esto fue parte de los seis puntos del acuerdo.

El expresidente y líder de Sociedad Patriótica (PSP), Lucio Gutiérrez, recientemente llamó a la unidad de la oposición frente a los próximos comicios, siguiendo como modelo la unidad demostrada por los actores políticos en Venezuela, estrategia que permitió la derrota del chavismo en ese país y lograr una amplia mayoría en la Asamblea.

Criterios similares han emitido otros dirigentes, mientras que el presidente Rafael Correa ha advertido de la intención opositora, pero con fines negativos para retornar al pasado en donde la Asamblea era el centro de pugnas, peleas, agresiones, negociaciones, prebendas, pactos, componendas y, sobre todo, el principal obstáculo para gobernar.

Dirigentes opositores consultados por EL TELÉGRAFO admiten  que la decisión es unir fuerzas, incluso con enemigos acérrimos, para echar abajo lo realizado en una década por la Revolución Ciudadana.

El presidente del PSP, Gilmar Gutiérrez, destaca que “la Asamblea es necesario que tenga una mayoría amplia para desmontar inmediatamente el correísmo, para botar al tacho de la basura ese Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, la Ley de Comunicación, tantas leyes restrictivas que se han aprobado en la época del correísmo”.

El dirigente de Podemos y prefecto de Azuay, Paúl Carrasco, coincide con Gutiérrez, pero añade que captar la Presidencia de la República también es importante y, por ello, aboga por la Unidad.

El exalcalde de Quito y exasambleísta Paco Moncayo, hoy vinculado al movimiento Acuerdo Nacional por el Cambio, hace una reflexión: “Si gana alguien de oposición la Presidencia, ¿cómo vamos a gobernar con una Asamblea dividida? Debemos llevar la Unidad con seriedad y tratar de unir a todos para acabar con estas divisiones que nos  han creado estos 10 años”. Subrayó que, en consecuencia, la prioridad es todo: Ejecutivo y Legislativo.

Criterio parecido es el expuesto por el dirigente de Concertación, César Montúfar, quien agrega que no se puede decir que la Asamblea es menos importante que la Presidencia o viceversa, por lo que dice que trabajan para avanzar, tanto en la lista de asambleístas como para el binomio presidencial.

La exasambleísta constituyente Martha Roldós insiste en la unión y coincide en que se debe ir por todo “porque el reto es recuperar el Ecuador”.

La presidenta de la Izquierda Democrática, Wilma Andrade, señala que llegar a la Asamblea es un paso obligado, pero también es importante tener propuesta presidencial para que haya gobernabilidad.

El dirigente de Pachakutik, Carlos Pérez Guartambel, habla sobre la necesidad de llegar a la Asamblea para fiscalizar al Gobierno. “La prioridad es la Asamblea, para descorreizar y mandar al cesto la parte orgánica de la Constitución que permite el hiperpresidencialismo”.

La joya de la corona

La titular de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, es clara al decir que es evidente que la oposición busca captar la mayoría legislativa para desmontar lo alcanzado en 10 años por el Gobierno y no para proponer.

A su vez, la legisladora Soledad Buendía (PAIS) opina que, para la oposición, el conseguir mayoría en la Asamblea “se ha convertido en la joya de la corona porque (los opositores) han visto las encuestas y se han dado cuenta de que en el tablero electoral será muy difícil ganarle la Presidencia de la República a AP”.

El legislador Fausto Cayambe dice que los opositores saben que es difícil ganar la Presidencia de la República a cualquiera que sea el candidato de PAIS, por lo que es claro que quieren llegar al Legislativo para volver a la ingobernabilidad. “Quieren ir a una pugna de poderes asumiendo la mayoría de curules”.

110 leyes en dos períodos

En el período 2009-2013, al Asamblea aprobó 64 leyes, entre económicas, sociales, culturales y administrativas, de trascendencia. En cambio, en el período 2013, que concluirá el 14 mayo de 2017, hasta la fecha han sido aprobadas y publicadas en el Registro Oficial 46 leyes.

Todo ello suma una producción legislativa de 110 normativas.

A decir de legisladores como Virgilio Hernández (PAIS), el 45% de cuerpos de ley aprobados promueve y fortalece el desarrollo y transformación del Estado. Además de garantizar servicios de calidad en salud, educación, seguridad y vialidad.

Hernández y otros asambleístas consultados dicen que por primera vez la legislación se ha hecho a través de mecanismos como las consultas prelegislativas, audiencias públicas y debates en comisiones. (I)

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