Entrevista / Gabriela Rivadeneira / presidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador
"No podemos concebir el cargo público como el hecho de tener privilegios"
La presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, hizo el martes pasado una evaluación política del proceso de la Revolución Ciudadana y señaló los retos y la autocrítica necesaria para avanzar. Rechazó tajantemente el oportunismo y llamó a la construcción de un poder popular. Y en ese sentido también destacó la cohesión del bloque legislativo de PAIS, a pesar de la baja de tres de sus miembros este último año. Tras su intervención en la Asamblea nos concedió la siguiente entrevista.
¿Qué está pendiente en la Asamblea?
Siendo muy autocríticos, creo que hemos avanzado mucho. La mayoría parlamentaria ha permitido consolidar el proceso de transformación desde la Legislatura. La reflexión debe recaer en cuánto hubiéramos podido hacer, por ejemplo con el Código Monetario, que pone límites a la banca privada, que era la que comandaba la opinión pública a través de medios monopólicos.
¿Cuánto de eso hubiéramos podido hacer si no tuviéramos una mayoría que esté consciente de esos espacios? Las leyes son un paso importante, una herramienta, pero no cambian la realidad del país, esta cambia cuando son utilizadas por el pueblo. ¿Cuánto hemos avanzado en el tema agrario en la práctica? ¿Cuánto hemos fortalecido el campesinado cuando aún importamos los productos que tenemos en el campo? Eso como autocrítica. Vamos a encontrar debilidades, errores que deben ser corregidos para que enrumben las políticas públicas. Los procesos tienen que ser revisados, eso lo hicimos a finales de 2015, en el diálogo nacional, cuando la discusión nos puso en tela de debate no cuánto hemos logrado, sino la calidad y sobre eso debemos hacer una revisión muy fuerte.
¿Hace falta debatir la plusvalía cuando en la Ley de Ordenamiento Territorial ya está planteado eso?
En esa ley se regula el ámbito de la planificación y abre la información. Salió el tema de la plusvalía porque hay personas que compran terrenos sabiendo que por allí van a pasar vías. Esa ganancia, producida por la obra pública, está en cuestión porque se tuvo información privilegiada. La Ley de Ordenamiento hace que esa información sea pública, entonces corta ese aprovechamiento a través del costo de propiedades. Sin embargo, nos permite abrir el debate sobre qué modelo económico defendemos. ¿Seguir un modelo de acumulación de capital o construir un modelo solidario, redistributivo? Ahí viene la discusión real. Cuando como sociedad nos empoderamos de esa discusión vemos que los temas de la plusvalía y las herencias van adscritos en esa lógica. El Presidente dijo que hay que promover el debate y en el momento oportuno reenviará los proyectos.
Existe la iniciativa de asambleístas para que se presenten las declaraciones de bienes de otras funciones del Estado, como hicieron ustedes. ¿Eso va a ocurrir?
Hemos instaurado una política de transparencia; qué tanto podemos avanzar en la construcción de lo que decimos con lo que hacemos. Ese es el fondo de la ética; en base a ello, como asambleísta, en mi calidad de presidenta, solicité a la Contraloría una auditoría de patrimonio. La mayoría de los informes han sido entregados; hay 6 procesos en indagación en la Fiscalía, eso es parte de la transparencia. No podemos concebir el cargo público como el hecho de tener privilegios o prebendas, ya sea de influencia o con un rédito económico producto de un mecanismo de corrupción. Estos mecanismos deben ser transparentes. Muchos compañeros asambleístas piden que otras funciones del Estado hagan el mismo ejercicio, que transparentemos nuestro accionar para dar mayor confianza.
¿Qué tan sólido está el bloque PAIS?
El bloque ha demostrado muchísima coherencia. Tenemos debates internos muy fuertes. Eso denota una democracia interna que ha permitido revisar las leyes y evitar que los cuerpos legales infrinjan algún principio de esta revolución o algún derecho. El debate ha sido intenso, la democracia interna nos ha permitido construir nuestra impronta. Es un bloque diverso; no es que los 100 pensamos iguales, pensamos diferente, todos venimos de procesos distintos. Eso hace que tengamos que equilibrar esa diversidad para seguir cohesionados. Hemos tomado decisiones muy difíciles. Este año es complejo porque es previo a una elección y se confrontan intereses legítimos, que deben dejar de ser individuales. Estamos con la madurez política para asumirlos de esa manera. Somos asambleístas y cumpliremos nuestra función hasta el 14 de mayo de 2017. Nuestra responsabilidad recae en seguir tomando decisiones.
Hay sectores que aseguran que teniendo la actual mayoría no se ha hecho lo que se debía...
Eso es bastante relativo. Hemos aprobado 47 leyes en 3 años. Es una tarea muy ardua. Hemos fortalecido más el trabajo de las comisiones y han dado ese rédito, que más allá de la cantidad es el contenido para golpear el sistema y transformarlo. Claro que podemos hacer más, tenemos cosas pendientes en la agenda, no todas las vamos a cumplir, pero dejamos una visión a largo plazo que nos permita cerrar la tarea legislativa que demandó Montecristi. Por más agenda que tengamos, no podemos tener rigidez porque debemos legislar frente a momentos coyunturales. No tuviéramos la Ley Solidaria si no hubiera sucedido el terremoto. Entonces tenemos que saber que esa flexibilidad nos permite tomar, sobre la marcha, decisiones ante la coyuntura.
¿Cuál será la actitud del bloque PAIS para mantener la mayoría?
Lo que está pasando en la región es una alerta. Nosotros, desde el bloque, hemos generado un trabajo muy fuerte en cuanto a la presencia de la Legislatura en el territorio. Creemos que los parlamentos son lejanos al pueblo; la media de aceptación es del 35% y hemos mantenido una cercanía del 60%. Eso tiene que seguir siendo un reto permanente, lograr empoderar a la población de sus logros. En eso tenemos una deuda.
¿Cómo se conformará el poder popular al que se refirió en su discurso?
Yo creo que el proceso de tejido social lo empezamos cuando generamos espacios de participación. Eso fue ceder parte del poder institucionalizado para que la ciudadanía se acerque a la toma de decisiones. Si bien es cierto generamos los mecanismos, sigue habiendo una deuda porque no logramos que el cambio de la matriz cultural lleve a una conciencia social. Los jóvenes no tienen ese chip o ese anclaje que les permita hacer una defensa de los logros. Eso nos puede llevar a pensar que lo que hemos tenido es lo normal y para siempre, y eso nos vuelve vulnerables.
¿Cuáles son los 2 o 3 proyectos urgentes que tratará la Asamblea?
Uno de los temas urgentes es la reactivación económica. La Ley de Turismo, de Defensa del Artesano, de Pesca, directamente van a esa reactivación económica de sectores fundamentales de la economía. Al mismo tiempo seguimos trabajando en temas de garantías sociales. Tenemos que sacar la Ley de Cultura no solamente por mandato constitucional sino porque se necesita una ley que reivindique los derechos culturales de la población.
Es necesario volver a tomarnos los espacios públicos desde el arte. Creo que es fundamental reivindicar la Revolución Agraria, por lo tanto la Ley de Semillas tiene que ir en ese marco. Tenemos que seguir con la universalización de la seguridad social. Ese es un tema pendiente que tenemos. (I)