Fue Rolando Panchana, gobernador de Guayas, quien dejó ayer en evidencia al alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. El burgomaestre propuso el miércoles convocar a una consulta popular sobre el alza de los pasajes de la transportación urbana.

Frente a eso Panchana recordó que para que el Concejo Cantonal de Guayaquil convoque al plebiscito necesita el voto afirmativo de las tres cuartas partes de ese cuerpo colegiado, es decir el voto afirmativo de 11 ediles, pero Nebot y los socialcristianos suman 10. El resto es de Alianza PAIS.

Con esos números el burgomaestre cambió de estrategia. En un comunicado aseguró que será “el pueblo de Guayaquil” el que convoque la consulta. Para obviar al Concejo, Nebot se irá por el camino más difícil: recoger firmas amparado en el artículo 104 de la Constitución.

El cuarto inciso establece que “la ciudadanía podrá solicitar la convocatoria a consulta popular sobre cualquier asunto”. Para ello necesita reunir las rúbricas del 10% del padrón electoral del puerto principal. Nebot requiere 187.463 firmas.

LEA EL COMUNICADO DEL ALCALDE JAIME NEBOT

En ese sentido parece crucial la reunión que mantendrá hoy con dirigentes de las federaciones de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE) y de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), quienes apoyarían la consulta y por ende las tareas de recolección de firmas.

Será el Consejo Nacional Electoral (CNE) el que revise la validez de las rúbricas.  Lo primero será acercarse al organismo y pedir los respectivos formularios.

Pero la idea de Nebot genera reacciones en contra de los sectores involucrados en el transporte. Al dirigente nacional Fabricio Vivanco le parece ilógica (ver entrevista).

Por su parte la secretaria de Gestión Política, Viviana Bonilla, en diálogo con EL TELÉGRAFO dijo que no se trata de una voluntad de los guayaquileños sino de una declaración de Nebot. “El día de mañana cualquier Alcalde del país va a llamar a una consulta para asumir la competencia de agua potable, alcantarillado o calles pavimentadas, que son exclusivas de los municipios”.

Además aclaró que no se puede convocar a una consulta sin cumplir requisitos mínimos. “Hay que cumplir ciertos requisitos y formalidades, en ningún supuesto está contemplado que se pueda llamar a una consulta para alterar la Constitución que reconoce, establece y obliga a los municipios a asumir sus competencias de tránsito”.

De hecho, si el CNE aprueba las firmas de Nebot, la pregunta propuesta pasará a manos de la Corte Constitucional (CC) para que revise la legalidad de la misma.  

El prefecto del Guayas, Jimmy Jairala, también se pronunció por primera vez en cuanto al tema del tránsito. “Cuando usted antes iba a una tercena a comprar carne, el carnicero le vendía carne, pero tenía que llevar hueso. Eso es ni más ni menos lo que pasa con la competencia del tránsito. Esta viene con la matriculación, con el tema de recaudaciones importantes, con la facultad del manejo absoluto del tránsito en Guayaquil. Es lo correcto. Pero también viene con un problema que es político y el problema político se resuelve llegando a un acuerdo con los transportistas. Esa es la parte del hueso”.    

El ejecutivo provincial consideró como una práctica facilista la idea de convocar a una consulta. “No es cuestión de decir: Pueblo de Guayaquil, ¿quieres que te quiten plata para obras o no quieres que te quiten plata para obras?

Esa es una pregunta política; esa no es una pregunta técnica”. Jairala propuso, si hay consulta, presentar alternativas a la ciudadanía.    

Los choferes de buses también tienen su propuesta. Ellos están en contra del alza de los pasajes. Así lo aclaró Rafael Navarrete, presidente de la federación nacional de este gremio. Él cree que el Estado no puede subsidiar o pagar los platos rotos por el mal manejo de una actividad privada. Además cuestionó que los transportistas no aseguren al IESS a los choferes y les paguen sueldos irrisorios.