El G77 busca recuperar el protagonismo internacional perdido en los últimos años. Es un club de países en vías de desarrollo  que tiene como objetivo la asistencia mutua.

El bloque nació en la primera sesión de la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones (Unctad) que exigió un nuevo orden mundial en el comercio y “poner fin a la división del mundo en esferas de la opulencia y la pobreza”.

Bolivia tiene la presidencia de este organismo, por lo que será la anfitriona de la cumbre que oficialmente inicia el domingo. Las reuniones preparatorias, que incluyen la asistencia del presidente Rafael Correa, inician hoy.

En La Paz se anunció la semana pasada la presencia de 27 presidentes, tres vicepresidentes y cuatro primeros ministros. La cita será en Santa Cruz (este).        

El G77 fue fundado en 1964 en el contexto de la Guerra Fría. Su nombre se da porque sus socios originales eran 77. Actualmente tiene 133 naciones de América Latina, África y el sur de Asia.   

Bolivia ejerce este año la presidencia temporal del bloque y ha convocado a una cumbre en Santa Cruz para el sábado y domingo próximos, con motivo del 50 aniversario de la creación del grupo.

Antes de la plenaria de jefes de Estado está previsto un encuentro social organizado por sindicatos afines al Gobierno boliviano. A esa reunión asistirá Correa, además del secretario general de la ONU,  Ban Ki-moon, y  los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; de Cuba, Raúl Castro; de El Salvador, Salvador Sánchez y de Nicaragua, Daniel Ortega.

A la cita fueron invitados sindicatos de campesinos, indígenas, obreros y juntas de vecinos, entre otros sectores de las nueve regiones bolivianas. Los organizadores también esperan algunas delegaciones del exterior.

Dentro de los preparativos, el presidente boliviano, Evo Morales, inauguró en los últimos días diversas obras ejecutadas por la Gobernación y la Alcaldía de Santa Cruz con miras a la cumbre. Una de ellas fue la ampliación de la plataforma de carga del aeropuerto internacional de Viru Viru.

La seguridad es prioridad

Según Reymi Ferreira, embajador adjunto ante la ONU de Bolivia, los equipos de avanzada de las delegaciones del exterior han enviado reportes positivos. La seguridad era una de las principales preocupaciones de los invitados, algo que reconoció el propio Morales.  Por eso el gobernante entregó ocho motocicletas a la escolta presidencial, además de equipos, uniformes y armamentos a los agentes de la policía que trabajarán en la Cumbre.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, destacó que la Policía ha formado varios grupos tácticos para reaccionar ante cualquier tipo de contingencia, así como para acompañar tareas de protocolo y dar protección a las delegaciones extranjeras. “Esta cumbre va a sentar un precedente de que Bolivia es un escenario ideal para encuentros, foros, seminarios internacionales por su ubicación estratégica, por su estructura y principalmente por el clima de paz, de armonía que reina en nuestra patria”, agregó el embajador. De hecho, la reunión es tan importante para el país andino que Morales decretó feriado nacional.

Bolivia propondrá en la cumbre una nueva visión de desarrollo para superar la pobreza “en plazos más cortos”, explicó la viceministra de Políticas Comunicacionales, Claudia Espinoza. En la cita “se podrá mostrar estos modelos con el fin de proponer y plantear al mundo una nueva visión de desarrollo y superar los niveles de pobreza en plazos más cortos”, remarcó la funcionaria.

Un nuevo tipo de desarrollo

Los organizadores han creado para la cita el eslogan de ‘Bolivia capital del mundo’. La intención es mostrar un modelo de desarrollo basado en la nacionalización de los recursos naturales estratégicos.

Los temas a debatir se basan en seis ejes: el rol de las Naciones Unidas, la emigración, el cambio climático, un nuevo orden en el comercio y las finanzas internacionales, el impulso a la cooperación e integración en el modelo sur-sur y la agenda de desarrollo planetario para después de 2015. Así lo anunció el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera.

Ferreira espera que el documento final sea uno de los más completos en la historia del G77. El objetivo, dijo, es que el texto sirva de guía para el debate de los países y sea el eje de la agenda posmilenio.    

Está previsto también que las delegaciones internacionales se pronuncien contra la presencia británica en Las Malvinas, el embargo estadounidense a Cuba y se solidaricen con Ecuador por su conflicto contra Chevron.

El nombre oficial de la cumbre es G77+China, sin embargo, el mandatario de ese país no asistirá debido a problemas en su agenda.

Otra idea que surgió en la víspera de la cumbre era la presencia de Rusia. Pero esto tampoco pudo concretarse. En cambio sí está confirmada la presencia del presidente iraní, Hassan Rohani. Él será uno de los más buscados por los periodistas, quienes le preguntarán sobre el diálogo nuclear con Estados Unidos que se acerca a su fin.

Aunque el presidente Rafael Correa no estará en la plenaria del domingo, Ecuador lleva su agenda. Como lo adelantó el propio Mandatario, el objetivo es crear nuevos polos de desarrollo y aumentar la cooperación e integración entre los países para dejar de lado los intereses del gran capital.

DATOS

A nivel económico, el G77 representa el 60% de la población mundial, un 31,42% del producto interno bruto (PIB) global, un 37% de las exportaciones, y un 33,8% de las importaciones.        

A la reunión asistirán delegaciones de 94 países, entre ellas las encabezadas por 27 presidentes, tres vicepresidentes y cuatro primeros ministros.  

El G-77 fue creado el 15 de junio de 1964. El grupo realiza declaraciones conjuntas sobre temas específicos, y coordina un programa de cooperación en campos como el comercio, la industria, la alimentación, la agricultura, la energía, y también en materias primas, finanzas y asuntos monetarios. Sus miembros originales fueron 77 países. Evo Morales ha destacado que el guerrillero Ernesto Che Guevara fue uno de los impulsores del bloque, por lo que será homenajeado.

ONU PIDE ESCUCHAR MÁS A LOS CIUDADANOS

En un mundo cada vez más convulso por las protestas a favor de democracias auténticas, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, recomendó a los líderes mundiales “escuchar atentamente” las “quejas” de sus pueblos.

“Hemos visto muchas quejas y protestas de muchos pueblos que han salido a las calles a expresar sus frustraciones y aspiraciones”, señaló Ban en una entrevista con la agencia Efe con motivo del viaje a Brasil, por el inicio del Mundial  y a Bolivia, por la cumbre del G77.

El secretario general recalcó que se trata de una situación que se da actualmente en Brasil, pero también en Europa y “en todo el mundo”. Por ello, el funcionario insistió a los gobernantes a nivel nacional que “escuchen atenta y cuidadosamente” las preocupaciones de sus ciudadanos.