Entrevista / mónica valente / Secretaria de Relaciones internacionales del PT de brasil
“La oposición está desesperada por impedir el regreso de Lula en Brasil”
De pronto, Brasil, tras haberse mostrado como un país cargado de inversiones en busca de su mercado de 200 millones de personas, y que con la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva y de Dilma Rousseff a la presidencia había sido referencia para incluir al por mayor a más de un cuarto de su población, aparece arrastrado por escándalos domésticos sumado a una intentona de sectores de la oposición que buscan desplazar a la mandataria reelecta hace 11 meses e instalar una agenda conservadora.
“Hay inestabilidad en América del Sur por la crisis de la economía mundial o por la disputa política. Pero si miramos hacia Estados Unidos, Europa o México, Sudamérica tiene en estos momentos mejores condiciones, porque en los últimos 10 o 15 años hubo más gobiernos populares o progresistas, que se diferenciaron de las políticas neoliberales del resto del mundo. Nuestra región está discutiendo rumbos, por eso la disputa política es más fuerte que antes”.
Esta frase le corresponde a Mónica Valente, psicóloga, sindicalista y secretaria de Relaciones Internacionales del Partido de los Trabajadores de Brasil (PT), quien afirma en una entrevista con EL TELÉGRAFO, en la ciudad de Sao Paulo, que en el país más grande de la región existe un intento por criminalizar a la fuerza gobernante desde 2003 con cierta manipulación en la operación anticorrupción en la petrolera Petrobras.
“Actuamos contra el intento de aniquilar al PT. Nos quieren matar, pero no estamos muertos, somos un partido con gran inserción social, con 1,7 millones de afiliados”, subrayó la dirigente del PT.
Los grandes medios, sostuvo, están ‘partidizados’ a favor de la oposición y reconoció que un déficit de los gobiernos del PT fue no haber conseguido en el Congreso -donde el Ejecutivo necesita de una coalición- una ley de medios para evitar situaciones monopólicas.
Como dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), ¿cuáles son las razones para la crisis económica que ocurre en Brasil y que ha entrado en recesión técnica con aumento del desempleo?
Existe una vertiente de la crisis económica mundial, que a pesar de haber transcurrido varios años aún carece de horizonte para terminar. En el final del gobierno de Lula da Silva y el gobierno de Dilma Rousseff se implementó un conjunto de medidas anticíclicas para proteger al empleo y el gasto social, que tuvieron una enorme relevancia en la lucha contra la pobreza y en el ascenso social de millones de personas.
Sin embargo, la situación económica cada vez es más difícil a nivel interno...
Con el agravamiento de la crisis mundial, con la caída del crecimiento mundial, de China, nuestro principal comprador de materias primas, y la caída del precio del petróleo y otras materias primas, la recaudación cayó agravando las cuentas públicas. Esto deterioró el escenario interno, las reformas tributarias que queríamos fueron limitadas y pesó también el componente fuerte del sistema financiero. Entre 2008 y 2014 existía expectativa de salida de la crisis mundial, pero ahora el horizonte no es claro.
Desde los movimientos sociales y desde el propio PT hay objeciones a la elección de Joaquim Levy como ministro de Economía, un hombre que pertenece al mercado financiero, y los resultados del ajuste fiscal...
El Gobierno debía enfrentar la baja de recaudación con ajuste en las cuentas públicas. Confiamos en que el petróleo submarino que Brasil tiene pueda levantar la calidad del empleo y toda la cadena productiva del crudo. Actualmente tenemos un nivel de desempleo que creció por la difícil situación económica mundial, pero también por la investigación que existe en contra de las empresas constructoras. Hay obras que están detenidas y hasta despidos, a causa de este proceso judicial. A eso hay que sumarle el aumento del precio de la gasolina y de la energía eléctrica, que causó un peso, sobre todo, en la clase trabajadora. Pero nosotros seguiremos intentando aprobar nuevas tasas a la herencia y a las grandes fortunas. Más allá de la designación del ministro, el principal problema en Brasil es político. El problema se amplió por la sequía, que hizo aumentar el precio de la energía, y el alza en los combustibles”.
Recientemente el cantautor Chico Buarque dijo que las protestas contra la presidenta Dilma Rousseff en verdad tenían como destino impedir que Lula da Silva, con toda su carga de popularidad, pueda presentarse en 2018 para un nuevo mandato.
Lula, como líder nacional y mundial, es objeto de un intento de destrucción teniendo en cuenta que existe una posibilidad de candidatura en 2018. Cuando ganamos las elecciones en 2002 decían que él no podía gobernar. Y el hecho es que no paró de ganar. Están buscando un sinnúmero de cosas para impedir eso, es un intento desesperado para quien no puede ganar con el voto. Y no lo lograrán porque no es algo simple terminar con Lula.
¿Cómo piensa que debe ser la salida para la crisis política, con el Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), del vicepresidente Michel Temer, dominando actualmente el Congreso y con pretensiones para las elecciones de 2018? ¿Considera al vicepresidente Michel Temer como una persona leal a la mandataria?
El PMDB es un partido grande, pero con pocos líderes nacionales. Nosotros creemos que Temer sí es leal a la presidenta Rousseff e hizo muchos esfuerzos para hacer viables las propuestas del Gobierno.
¿Cree que en los actuales momentos existe espacio para un juicio político en contra de Dilma?
No existe razón jurídica ni política. Un juicio político no es algo que se haga porque no me gusta tal o cual gobernante. Si fuera así, a los del PT no nos gustan los gobernadores de los estados de Sao Paulo y Paraná y por eso no estamos pidiendo el alejamiento de ellos. El impedimento con el tiempo quedó más distante porque no hay fundamento para un posible juicio en contra de la Presidenta.
El juez Sergio Moro investiga la corrupción en Petrobras, detuvo a decenas de empresarios de la construcción por, presuntamente, sobornar a algunos políticos, entre los cuales están detenidos dos del Partido de los Trabajadores. ¿Coincide con la investigación que se ha efectuado hasta el momento?
Espero que se defiendan con documentos nuestros dirigentes. Lo que digo es que existe selectividad en el valor de la prueba. Hay empresas que donaron dinero legalmente al Partido de los Trabajadores y a otras organizaciones políticas, pero solo se investiga al PT. Los acusados del PT fueron involucrados por personas que declararon bajo delación premiada, espero que se juzgue, no como una forma de quedar bien con la opinión pública y sí con pruebas, que es como debe ser en un debido proceso.
Brasil es uno de los pocos países sudamericanos que no ha alterado la situación de los medios ni ha logrado cristalizar una ley de medios de comunicación, ¿cree que existe una partidización de los grandes medios y cadenas?
Los medios de comunicación en Brasil son totalmente partidizados. Una vez la dirigente de la Asociación de Periódicos (ANJ), Judith Britto, dijo que la única oposición al gobierno del PT era hecha por los medios, porque la oposición no lograba hacer su rol, eso es una confesión de parte. Nosotros seguimos trabajando para democratizar los medios que existen en el país, reglamentar los artículos de la Constitución de 1988 que hablan contra la creación de los monopolios de medios.
¿Cómo evalúa el rol de Aecio Neves, senador opositor que perdió la elección el año pasado y que ahora se sumó a los grupos que organizan las marchas callejeras opositoras que piden incluso un golpe militar y la salida inmediata de Dilma de la Presidencia?
Veo con mucha tristeza a Aecio acercarse a grupos de extrema derecha que defienden el golpe, los que reivindican la dictadura. Sumarse a esas oposiciones disminuye el rol de la oposición en la lucha política diaria, que es necesaria. (I)