Rafael Correa llegó ayer a Roma donde proyectará la visión política del país
Expertos analizan los cambios en el mundo desde la caída de la Unión Soviética
El presidente de la República, Rafael Correa, participará hoy en la celebración del vigésimo quinto aniversario de la Encíclica Centesimus Annus, en Ciudad del Vaticano. Por esta ocasión habrá un foro académico organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.
El Mandatario, que arribó ayer a Roma, expondrá sobre los cambios en la situación política mundial desde 1991, cuando cayó la Unión Soviética e inició el proceso de democratización de Europa del Este. El gobernante también se referirá a la situación actual y los elementos que requieren mayor atención en la comunidad internacional.
El Jefe de Estado proyectará la visión del país sobre el desarrollo de la política internacional desde 1991; los cambios en el manejo político mundial desde la Guerra Fría y la aparición de nuevos actores en un escenario multipolar.
En el foro también participarán el presidente de Bolivia, Evo Morales, así como catedráticos, autoridades de organismos internacionales, representantes políticos y financieros como: Jeffrey Sachs, fundador de Millenium Sachs; Rocco Butiglione, miembro del Parlamento Europeo; Margaret Archer, catedrática de la Universidad de Warwick; y Hsin Chi Kun, docente de la Universidad de Hong Kong.
La Encíclica Centesimus Annus se elaboró en 1991 por iniciativa del papa Juan Pablo II. Ese documento conmemoraba los 100 años de la Encíclica Rerum Novarum, del papa León XIII. Esta última fue la primera de contenido social de la Iglesia Católica: En plena Revolución Industrial versaba sobre las condiciones de las clases trabajadoras y se convirtió en la base principal de la doctrina sobre justicia social.
Mientras que la Encíclica Centesimus Annus, que consta de 6 capítulos, aborda la relación de la doctrina social de la Iglesia con las principales tendencias y eventos ocurridos entre 1891-1991. Alude al derecho de propiedad y a la universalidad de los bienes materiales, además señala que los problemas del capitalismo y de una economía de libre mercado están lejos de desaparecer.
La encíclica concluye con un reconocimiento de la responsabilidad de la Iglesia Católica acerca de cuidar de los seres humanos y de cada individuo.
Planteamientos
En el encuentro se cuestionará sobre los cambios sustanciales en la vida política, cultural y económica del mundo en los últimos 25 años. Será la primera parte del foro.
En el campo político, se profundizará sobre la caída de la Unión Soviética, que fue el eje central de la discusión en la Encíclica Centesimus Annus, ya que desde ese momento histórico hubo importantes cambios políticos en todo el mundo.
En el ámbito económico, se analizarán los principales cambios en las finanzas mundiales desde la caída de la Unión Soviética, y cómo esa fractura y las posteriores crisis financieras y económicas han afectado la vida de la sociedad mundial.
Además, se analizarán los cambios culturales desde 1991. Se reflexionará sobre las modificaciones sustanciales en la cultura durante los últimos 25 años y se calificará qué realidades culturales llaman más a la reflexión de la enseñanza católica, todo ello a favor de la protección de los más pobres y marginados.
En la segunda parte se estudiará la repercusión de las enseñanzas de la doctrina católica en la vida diaria de las sociedades. Para el análisis, tanto la Encíclica Rerum Novarum como la Encíclica Centesimus Annus ahondan en el funcionamiento del mundo y no solo presentan un testimonio de los cambios globales.
Contenido de la Encíclica Centesimus Annus
El texto inicia con una afirmación y aplicación de los principios de la Encíclica Rerum Novarum a la realidad de la época.
En el documento, el papa Juan Pablo II abordó la relación de la doctrina social de la Iglesia con las principales tendencias y eventos de los últimos 100 años (1891-1991), con un énfasis especial en Europa del Este.
El Papa era polaco y fue en este país donde el movimiento sindical Solidaridad inició una serie de protestas que pondrían fin al sistema socialista, que después se expandió al resto de Europa. Por eso a Carol Wojtyla se lo considera como uno de los promotores de la caída del bloque comunista.
El texto de Juan Pablo II afirma la dignidad humana; toma nota de la caída del ‘socialismo real’, pero advierte que no significa una victoria del capitalismo y especula sobre el nacimiento de una nueva forma de capitalismo.
Sobre la encíclica existen 2 posturas. Quienes la critican aducen el acercamiento y validación de la Iglesia Católica al capitalismo como sistema económico. Otros, en cambio, afirman que Juan Pablo II escribió un documento social, en el cual asume el nuevo orden mundial de la economía de mercado, pero orientado al bien común.
Los críticos la catalogan como una aproximación a los liberales. Resaltan el favorecimiento capitalista, pues Juan Pablo II alude que el problema de la pobreza es la falta de propiedad privada, la falta de seguridad en la misma.
Quienes la defienden argumentan en cambio que Juan Pablo II abogó por una tercera vía, sin favorecer al capitalismo o al socialismo, sino más bien una “sociedad basada en el trabajo libre, en la empresa y en la participación”. (I)
DATOS
La Pontificia Academia de Ciencias Sociales fue establecida el 1 de enero de 1994 por el papa Juan Pablo II para promover el estudio de las ciencias sociales, para que la Iglesia pueda usar esos elementos en el desarrollo de su doctrina social.
Sus miembros son entre 20 y 40 representantes de varias disciplinas de las ciencias sociales y de diversas zonas del mundo, nombrados por el Papa después de haber sido nominados por el cuerpo académico en base a sus competencias y contribuciones a las ciencias sociales.
Actualmente la presidenta es Margaret S. Archer, de nacionalidad británica, experta en sociología, quien actúa con la asistencia del consejo, que se reúne 2 veces al año.
La Academia ha abordado temas como: Trabajo y Empleo, Democracia, Globalización, Solidaridad Intergeneracional, Caridad y Justicia, Solidaridad y Subsidiaridad, Derechos Humanos, Crisis en una Economía Global y Libertad Religiosa.
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El presidente Correa destacó rodaje
Filme turístico se difundió en Chicago
Una buena acogida tuvo en Nueva York y Chicago el documental ‘The Royal Tour’, producido por el periodista Peter Greenberg y en el que el presidente Rafael Correa hizo de guía turístico.
El teatro Feinberg de Chicago lució lleno la noche del miércoles. Los ciudadanos apreciaron el trabajo vivencial de Greenberg junto con su guía, el propio Mandatario. Se mostraron imágenes de Cuenca, Galápagos, Quito, Guayaquil, Otavalo, Manabí y otras localidades que se complementaron con el Tren de Alfaro y los contrastes en la naturaleza de las 4 regiones.
Aparecieron el arte y el legado histórico en el Casco Colonial de Quito, las islas Galápagos, la selva amazónica o el apareamiento de las ballenas jorobadas en Puerto López. El presidente habla desde el Palacio de Carondelet, pero también forma parte de una travesía por la selva, la Sierra, Guayaquil y hasta bucea junto a Greenberg al lado de especies marinas de las islas.
“Fue una de las semanas más intensas de mi vida”, comentó el Primer Mandatario en la presentación del video, donde además agradeció a los auspiciantes por confiar en Ecuador.
Los asistentes mostraron interés y simpatía por el documental narrado en inglés, que dura casi una hora. Orly Reyes, quien vive 20 años en Chicago y es oriundo de Ecuador, calificó el video como extraordinario, porque proyecta al país internacionalmente. (I)