El tema de la reforma al sistema de seguridad social de las Fuerzas Armadas y Policía ha originado, también, que varios excomandantes militares hayan trasladado, al campo de las redes sociales, sus opiniones políticas.

El exalmirante Livio Espinosa, por ejemplo, el pasado domingo compartió una foto en su cuenta de Twitter @alm_livio con el título ‘alta sociedade do crime reunida’, que muestra al expresidente de Argentina, Néstor Kirchner (fallecido); a su esposa, Cristina Fernández, quien también fue presidenta, junto a 2 personas, a los que señalan como Pablo Escobar, el famoso narcotraficante, y Dilma Rousseff, mandataria destituida por el Congreso de Brasil.

La publicación logró 58 retuits antes de que un usuario contestara que la pareja de mandatarios está junto a dos coidearios de la agrupación política que nada tienen que ver con el capo colombiano ni la expresidenta brasileña, como falsamente se dijo de la fotografía.

El llamado de atención obligó a  Espinosa a escribir en su cuenta: “Estimados amigos, si personajes de fotos no son las personas cuyos nombres constan como subtítulos, pido las disculpas del caso, nunca está en mí decir algo que sea mentira. Lo que sí les puedo asegurar es que estos socios siglo 21 han hecho más pobres a su pueblo”.

En cambio el exalmirante Aland Molestina escribió en su cuenta de Twitter @ALANDMOLESTINAM: “Se evidenció la prepotencia de este Gobierno al agredir al capitán (Edwin) Ortega a la salida del juzgado por una pandilla asalariada”, lo cual nunca sucedió y así fue desmentido.

El comentario surgió en relación al trámite del amparo solicitado por el presidente Correa para que se anule la decisión del tribunal de disciplina que absolvió al capitán de la armada, Edwin Ortega, con el argumento de que el Jefe de Estado   no es una autoridad militar, por lo que no cabe sanción a pesar de que el marino envió al Mandatario un mensaje insultante a través de correo electrónico.

La jueza que atendió el caso ordenó la conformación de un nuevo Consejo de Disciplina Militar que lo juzgue de acuerdo a la Constitución Política.

El expresidente y excoronel Lucio Gutiérrez, al ser consultado por este Diario comentó ayer que los militares retirados hacen mal en usar las redes sociales para promover un ambiente de confrontación: “Eso no está bien, quieren aprovechar este impasse para tratar de sacar beneficio propio...”.

El vicepresidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, Edwin Jarrín, durante una entrevista ayer en Radio Pública,   dijo que la violencia a través de las redes sociales es bastante grande y permanente.

“Esto busca la marginación. Cómo es posible que un oficial de Ecuador  reclame por el proceso de paz en Colombia con las FARC, está cuestionando así hasta al mismo gobierno colombiano. Vuelvo a insistir en que el adoctrinamiento de varios miembros de las Fuerzas Armadas es preocupante y debería generar un debate”, indicó Jarrín.

El riesgo de las redes sociales

En el mismo espacio de entrevistas, Pedro Restrepo (padre de los niños desaparecidos en el gobierno Social Cristiano de León Febres- Cordero) opinó que las redes sociales son elementos muy importantes para la denuncia, pero a la vez “peligrosas porque cualquiera puede hacer un montaje, acusar o insultar y quedarse en la total impunidad”.

Estimó que la Comisión de la Verdad “fue signo de que entraba un Gobierno que quería investigar todos los temas de violación a los derechos humanos”.

El activista lucha desde hace 28 años para que aparezcan los cuerpos de sus 2 hijos, desaparecidos en manos policiales durante el gobierno de Febres-Cordero.

El comentario lo hizo por las declaraciones del exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Ernesto González, quien la semana pasada declaró a la prensa que la relación (con los militares) se va deteriorando porque el presidente de la República, Rafael Correa ha estado “rodeado de subversivos”, de exmiembros de Alfaro Vive Carajo, y estos individuos ejercen su influencia en su afán de revancha y encienden el problema.

Restrepo indicó que había personas que se creían intocables y los resultados están a la vista. “Una de las cosas que le pedí al Presidente es que había que desclasificar documentos, eso causó mucha resistencia en las FF.AA., pero al final esto sirvió para formular pruebas y comprobar que existieron decenas de violaciones a los derechos humanos, y desde luego esto no les gusta”.

Dijo que sería muy grave que este cambio de sensibilidad política hacia el tema de derechos humanos quede en gente a la que no le interesa o simplemente quiera olvidar, o reprimir de nuevo, como sucedió en gobiernos anteriores. (I)