Elecciones 2021
De cara al 2021, recuperar el Estado de derecho es el reto
¿Cuál es su opinión sobre la participación ciudadana en los procesos políticos del país?
Ecuador tiene una gran ventaja, la consagración en la Constitución de los derechos de participación y la existencia de la Ley Orgánica de Participación Ciudadana, que da al ciudadano mecanismos y herramientas para participar de manera activa en la gestión pública. Sin embargo, una buena parte de esos mecanismos dependen de la voluntad política de las autoridades.
¿Qué quiero decir?, que cuando están en campaña, nos dicen que nos representarán, que trabajarán en equipo, pero cuando llegan, se hacen de la vista gorda y eliminan cualquier posibilidad real de participación, por eso considero que en Ecuador debe implementarse un modelo de gobierno abierto, para que las autoridades y el ciudadano trabajen de forma conjunta y horizontal en la gestión de lo público.
¿Qué se debería hacer para que la ciudadanía tenga una mayor participación en estos procesos políticos y públicos?
Primero, las autoridades deberían informar a los ciudadanos sobre todos los mecanismos y herramientas de participación que están disponibles. Segundo, total y absoluta transparencia por parte de las entidades públicas para que la persona tenga información sobre si puede participar y tomar decisiones; y tercero, voluntad política para que con educación cívica y con la información en mano, se abra el espacio para que participe en estos procesos ciudadanos.
¿Qué tan importantes son las veedurías ciudadanas?
Son fundamentales, la Constitución consagra el derecho a fiscalizar los actos del poder público, el derecho de los ciudadanos a un control social y debe plasmarse en veedurías y en observatorios, para vigilar la gestión de lo público.
Estas veedurías no pueden, de ninguna forma, conformarse por personas que tengan conflictos e interés con el objeto que observarán, sino, trabajar de manera seria, objetiva e independiente. Un asunto fundamental de las veedurías y observatorios es que las conclusiones y recomendaciones que ellos emanen deben ser consideradas y tomadas en cuenta por las autoridades.
¿Y aquello sí se cumple?
Hay autoridades que sí las toman en cuenta. En nuestro caso, debo decirlo, la Asamblea Nacional tomó en cuenta varias recomendaciones que hemos emitido, pero esto, lamentablemente, no es la regla general.
¿Qué opinión merece la situación democrática que vive el país por el covid-19 y a vísperas de unas elecciones?
Hay que decir que varios derechos y libertades, que en su momento estuvieron en riesgo o afectados, se han recuperado, pero poco se ha hecho para recuperar la institucionalidad y el Estado de derecho.
El reto del país, de cara a las elecciones de 2021, no es solo elegir a personas honestas, que no estén vinculadas a casos de corrupción, sino elegir a personas que estén dispuestas a fortalecer las instituciones democráticas y a recuperar el Estado de derecho, en donde mande la Constitución y no el capricho de una persona.
¿Qué se debería hacer para que la situación democrática del país mejore?
Partir del hecho de que democracia no es solo tener elecciones. El ciudadano común debe comprender que no basta con que cada dos o cuatro años vayamos a unos comicios, sino que debe saber que el país cuenta con una democracia participativa, y eso implica que en el momento en que ya deposita la papeleta en la urna, se activa la posibilidad de que participe en todas y cada una de las etapas de la gestión pública. Así que el ciudadano, hoy más que nunca, debe involucrarse en vigilar lo que sucede, en denunciar irregularidades, pero, sobre todo, pasar de la crítica a la propuesta.
¿Las elecciones de 2021 serán un buen termómetro para medir el tema democrático?
Es difícil decirlo, los comicios de 2021 presentan, incluso, retos relacionados con la actual emergencia nacional. Sin embargo, espero que el ciudadano elector vaya a las urnas y, por lo menos, destierre a todos los que tienen cuestionamientos en su integridad y honestidad. Y espero que las organizaciones de la sociedad civil, que las instituciones públicas trabajen en transparentar las hojas de vida de los candidatos que vayan a este proceso electoral.
Con todo lo que ocurre en esta pandemia, ¿cree que la ciudadanía tiene confianza en el tema de la transparencia?
No. Una de las principales preocupaciones de los ciudadanos es la corrupción, ya que saben que no se puede funcionar con un sistema corrupto, por muy democrático que este sea y, adicionalmente, hay que asociar el hecho de que la corrupción genera desconfianza y aquello afecta la credibilidad hacia las instituciones.
¿Qué opina sobre los casos de corrupción que han aparecido en esta pandemia?
Lamentablemente, más de lo mismo. Cada día nos levantamos con un caso de corrupción nuevo y, quizás lo que más duele, es que las personas que decían luchar contra la corrupción terminen embarrados de lodo; y duele más que intenten justificarse.
¿Deben renunciar?
Creo que sí, que cuando las denuncias de corrupción están bien sustentadas e incluso en conocimiento de las autoridades, por dignidad deberían renunciar.
¿Qué deben hacer las autoridades al respecto?
Actuar. Sé que los casos de corrupción desbordan a la Fiscalía, pero no puede ser que so pretexto de ese desborde no se actúe. (I)