Un día después de lograr el rechazo al paro de 40 organizaciones sociales y campesinas, el gobernador del Guayas, Julio César Quiñónez, recibe a EL TELÉGRAFO.

¿Cómo marcha el diálogo en Guayas?

Estamos desde la Gobernación trabajando en una propuesta que tiene que ver con una conexión directa con la ciudadanía. Uno de los ejes que tenemos como Gobernación es justamente activar y potenciar la participación ciudadana en territorio.

Desde antes del diálogo hemos tenido un contacto directo con las organizaciones sociales y barriales, justamente en las noches, estructurando la propuesta de la Gobernación.

Nosotros permanentemente activamos estas asambleas, que son nocturnas, 2 o 3 por semana. Los jefes políticos tienen la disposición de vincular todos estos procesos de diálogo, lo cual nos ha permitido conversar con organizaciones sociales como el martes cuando más de 40 organizaciones definieron como fruto de este proceso emitir un manifiesto al Presidente de la República con el que no se plegarán a ningún tipo de paro nacional pues están en contra de volver al Ecuador del pasado.

¿Qué han encontrado en este diálogo?

Hay un nivel de desinformación; hay que reconocer que los grandes poderes comunicacionales logran la desinformación, el rumor. Para nosotros ha sido importante, con elementos convincentes, (por ejemplo las calculadoras, los datos de los logros) darle a conocer a la ciudadanía de qué se tratan los proyectos.

Esto no es más que intentos desestabilizadores, golpistas, de ciertos grupos que ven amenazados sus intereses, que ven que la Revolución Ciudadana después de 2017 puede estar 4 años más. Esa es la preocupación de fondo.

¿Qué se prevé en Guayaquil para el 13 de agosto?

Trabajo; la gente va a trabajar. La gente de los sectores populares, obrero, el empresario honesto, el comerciante autónomo, van a trabajar.

Este es un paro de un grupo pequeño y quizá de alguna gente desinformada. No es un paro legal, por lo tanto vamos a hacer todos los controles en función de vigilar el orden público, de preservar la seguridad de todos los ciudadanos.

¿Todos los servicios públicos funcionarán?

Todo va a operar, el sector público y privado. Vamos a tener controles exhaustivos en educación, hospitales, carreteras, vías. Todo va a funcionar como debe ser y quien intente transgredir ese orden establecido tendrá que asumir las responsabilidades.

Este paro se enmarca, según el gobierno, en un intento de desestabilización. ¿En Guayaquil se replica eso?

Aquí tuvimos una marcha de 70.000 personas convocadas por el Municipio. Los que deberían protestar es un amplio sector de la sociedad guayaquileña que no se siente representada con un modelo ‘exitoso’; hemos escuchado que el tema de moda es la inseguridad, hemos visto a 2 señoritas diciendo que Guayaquil es una ciudad insegura, yo pienso que eso es síntoma de que lo único que hacen es graficar los intentos desesperados de cierta oposición que ve en riesgo sus intereses, intentos que se identifican con el golpe blando. Una de esas estrategias es promover malestar en la opinión pública.

¿Pero ha aumentado la inseguridad?

No. Quizá la inseguridad de estos grupos pequeñitos porque podría venir una Ley de Herencias o plusvalía. (I)